—¡¡Todoroki!!
Oscuridad, eso era lo único que recordaba, la voz de Bakugō resonaba en su cabeza... él dijo su apellido, se sentía raro, tenía que admitir que era la primera vez que lo escuchaba nombrarlo de una forma más ¿formal?...
—El paciente Todoroki Shōto está estable, no necesita muchos tratamientos, unos días de descanso y medicación lo dejarán como nuevo.
—Muy bien, gracias Recovery Girl —se escuchó la voz de Aizawa— joven Bakugō, como castigo por meterte en la pelea e involucrar a tu compañero tendrás que encargarte de él ¿Entendiste? Después de eso te quedarás limpiando los trastes de la cena por una semana.
—Tch, Ya entendí... —la voz del rubio se oía cansada, como si no hubiera dormido mucho ¿Qué habrá estado haciendo?
Todoroki escuchaba todo lo que hablaban, cada pequeña cosa, hasta que sintió que todos se fueron a excepción de su explosivo compañero, pudo escuchar que soltó un largo suspiro, después pasos acercándose al lado de su cama.
—Bastardo... ¿Por qué te metiste así?, eres un idiota... —un largo silencio se hizo presente— Yo también soy un idiota... si hubiera sabido que esto iba a pasar, te habría amarrado en una columna para que no estorbaras —otro suspiro y una presión en el brazo derecho, podía oler la suave fragancia del cabello de Katsuki y eso le gustaba.
Hace unas horas atrás...
Bakugō salta y enfrenta cara a cara a los enemigos, sus miradas se cruzaron todas muy intimidantes, Todoroki tuvo un escalofrío al sentir tanta presión en el aire.
—Oh, vaya ¿No eres tú el número uno del Festival deportivo?~ Bakugō Katsuki ¿Cierto? Tal vez nos puedas servir —canturreó la mujer, su voz fue sumamente irritante para el rubio quien frunció más el ceño.
—Ah, pero si es una anciana a quién no conozco, ¿Acaso huiste del circo? Regresa por donde entraste.
—¡¿Cómo te atreves a decirme vieja?! —con velocidad lo chica mueve el objeto que tenía en la mano apuntando directamente al rubio.
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Enamorado por una semana © [TodoBaku]
FanficTodoroki cae bajo el efecto de un extraño kosei que hace que se apegue a Bakugō por una larga semana. Durante esos largos y duros días nuestro rubio explosivo lo rechaza e ignora, era difícil saber en qué pensaba cada uno, pero al menos hacen...