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Suspiró mientras las lágrimas no dejaban de caer.

-Me has engañado. -susurró, con el corazón encogido.

Matthew se acercó a la castaña, tomándola por los brazos, con el rostro triste.

La chica se apartó rápidamente.

-Camila... Déjame explicarte.

La castaña sollozó mientras se frotaba las sienes.

Le dolía mucho la cabeza y escucharlo no ayudaba en lo absoluto.

-Cállate. Sólo... cállate.

(...)

Esperó pacientemente a que abra su puerta mis sollozaba en voz baja y las lágrimas caían descontroladas.

No podía creerlo, simplemente pensó que Matthew sería la persona con la que pasaría toda la vida.

Tal vez fue un poco... exagerado, pero enserio pensó eso.

Parece que se equivocó.

Después de unos segundos, infinitos para ella, apareció tras la puerta un sonriente chico, quien al verla se borró su sonrisa por completo, cambiando a un rostro de preocupación.

-Camila... -susurró el castaño. La chica sollozó fuertemente con los ojos llorosos. El chico extendió sus brazos y Camila no esperó ni un segundo más, y se tiró a ellos, abrazándolo, sin poder aguantar los sollozos que salían de sus labios, incontrolables.

El castaño comenzó a acariciar su cabello suavemente, mientras cerraba la puerta con su pie, con un poco de dificultad.

Estaba confundido.

-Espera un momento, ¿sí? -le susurró a la castaña, quien se encontraba ubicada entre el hueco de su clavícula y su cuello, llorando. Asintió levemente y sorbió por la nariz.- Eh... Hailey, ¿lo podríamos dejar para otro día? -dijo Shawn, observando a la rubia, quien observaba toda la situación curiosa y un poco enojada. Frunció el ceño confundida.

-¿Es Camila? -preguntó. Shawn pudo detectar un poco de celos en su tono, pero no tenía tiempo para discutirlo con ella.

Camila lo necesitaba.

-Sí. -afirmó.- Entonces... coordinamos otro día, ¿va? -Hailey asintió fastidiada y se dirigió a la salida, luego cerró la puerta de un fuerte golpe, sin siquiera despedirse.- Bien. Ven, Mila. -le dijo a la chica, suavemente, guiándola al mueble en el que antes había estado Hailey.

Ambos chicos se sentaron. Camila se encontraba en las piernas de Shawn, como solía hacerlo con Charlie, sin dejar de abrazarlo, y el castaño se encontraba acariciando su cabello.

La castaña sorbió por la nariz y siguió llorando por unos minutos más, en los que Shawn no dijo nada y simplemente acariciaba su cabello.

Luego de ese largo momento, Camila suspiró y se sentó derecha en las piernas del castaño, quien la miraba atentamente.

-¿Qué pasó, chica? -preguntó Shawn, preocupado.

La castaña lo observó a los ojos y sorbió por la nariz.

-Matthew me engañó. -susurró con un hilo en la voz, sin embargo no volvió a llorar en el cuello de Shawn, simplemente bajó la mirada y sintió como lágrimas caían de sus mejillas.

El castaño abrió mucho los ojos.

-¿Qué? -preguntó asombrado, demasiado.

-Me engañó. -volvió a decir, susurrando.

The Hurting [Just Leave #2] | #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora