56.

770 88 154
                                    

-Bueno... yo, tengo que ir a hacer una llamada o... bueno... puedo volver después... eh... ya sabes, llamada con... ya sabes, mi celular y... ya sabes. -respondió, nerviosa, mientras trataba de alejarse poco a poco de las chicas y de aquel estudio de ensayo, sabiendo quién se encontraba ahí dentro, ensayando.

No quería verlo. Joder, claro que no quería.

-¿Llamada? -preguntó Hailey, con el ceño fruncido, confundida. La castaña asintió rápidamente, tratando de verse creíble.- ¿A esta hora? 

-Sí, eh... bueno, no es tan tarde y... bueno, ya sabes. -dijo la chica, encogiéndose de hombros, tratando de ser convincente.

Lo que le salía pésimo.

-Pero esa llamada puede esperar, seguro todos están dormidos. -dijo, negando.- Ven, pasa. -sonrió la rubia.- ¿O no quieres pasar? -dijo, poniéndose seria, inspeccionando a la castaña y la reacción que había tenido. 

Camila tragó saliva sabiendo que, si le preguntaba algo con respecto al tema de Shawn, podría hablar de más y... claro está que no quiere eso.

¿Qué dice? ¿Qué hace? 

La verdad es que sí se ve muy raro que no quiera entrar a los ensayos de Shawn si, supuestamente, es tan amigo suyo y son tan unidos. Al menos para la rubia eso es raro, pero si tan sólo supiera la verdadera razón...

Está segura de que enloquecería y la mantendría lo más lejos posible... lo que no suena tan mal después de todo. Quiere salir corriendo de ahí.

Además, dicha "excusa" que trató de decir aecrca de una llamada no salió tan bien ya que, en realidad, si era muy tarde para que estén despiertos muchas personas y no había sido creíble en lo absoluto.

Añadiendo que aquella rubia siempre quiere saber todo sobre ella.

Parece más su espía privado. Joder.

-¿Y si pedimos alitas de pollo? -escuchó que dijo alguien al fondo del pasillo en el que se encontraba.

-Ugh, Mani, siempre quieres comer eso. Vayamos a comer mangos. -dijo una voz diferente a la primera.

-Nooo. Vayamos a comer Waffles, chicas. ¡Waffle House aún está abierto! -una más.

-Oh, soy tan hermosa, mírenme. -y otra.

Camila volteó a su derecha rápidamente al escuchar esas 4 voces, tan conocidas para ella, que se iban acercando más y más mientras avanzaban conversando, despreocupadas, sin darse cuenta aún de su presencia. 

-Dinah, deja Snapchat en paz, por favor, tratamos de decidir qué vamos a comer. Yo voto por mango, ¿alguien más? -preguntó la ojiverde, levantando la mano mirando a las demás chicas. Todas negaron haciendo muecas.

-¿Mango para cenar? No, chica, para cenar mejor comamos alitas de pollo. -sonrió la morena, levantando la mano, sin emargo nadie alzó la mano en su apoyo, nuevamente.- Oh, vamos... Les gustan las alitas de pollo.

-¡Pero hemos comido eso por las 2 últimas semanas! -se quejó la más bajita de todas.

-Ally, di hola a la cámara. ¡Hola, Ally! -exclamó Dinah, filmando a la más pequeña en estatura, quien vió el celular de la rubia y sonrió comenzando a posar frente a ella.

Las 4 iban caminando por ese pasillo lentamente, tratando de decidir qué iban a hacer después de salir de dichos ensayos, mientras la castaña las observaba temerosa, sin saber qué hacer exactamente en ese momento.

¿Debería esconderse?

-Oh, Dios... -susurró Camila, viendo que, tarde o temprano, notarían su presencia.

The Hurting [Just Leave #2] | #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora