The Hurting [Just Leave #2] | #Wattys2019

21.

Se quedó estática y por un momento olvidó que estaban en un estudio, no podía moverse y simplemente se quedó observandolo atentamente, con la boca ligeramente abierta y los ojos como platos.

Sentía que sólo estaban ahí ellos 2.

Ha pasado tanto tiempo desde que no lo ve, casi 10 u 11 meses de no haber estado cerca a él.

Fue lo que más evitó.

Tan sólo lo había visto en revistas, entrevistas, presentaciones, etc. y cuando había la posibilidad de que Shawn vaya al mismo evento que ella, tan sólo no iba. Se perdía todo el evento por no verlo y dejar en su zona de control a sus sentimientos, envitándose un sufrimiento.

El chico, al haber escuchado esa voz... esa hermosa voz, volteó rápidamente a observar a la dueña de esa voz, que estaba paralizada en la puerta del estudio.

Wow. Su pequeña princesa estaba ahí.

Ha cambiado ligeramente en su rostro, se le notaba más cansada pero más madura, o bueno, es lo que él piensa, no ha pasado ni siquiera 1 año.

Se quedó observándola a los ojos mientras el papel que tenía en las manos caía al suelo lentamente y él no despegaba la mirada.

Sintió una electricidad recorrer por su médula espinal por un momento.

El productor, ajeno a dicho momento, seguía revisando unos documentos en su laptop.

-Hola, Camila. -dijo sonriendo el productor, mientras movía el interruptor de su laptop.

La castaña sintió un revoloteo en su estómago mientras su corazón se encogía al ver a su ex, recordando todo lo que sufrió por él y todos los problemas que vinieron consigo al haberse enamorado de él.

Sin embargo, seguía teniendo el mismo sentimiento que tenía cuando estaban juntos. Las mariposas, los nervios...

Aún sentía eso cuando él estaba cerca.

Su cabello había crecido un poco más y se notaba que había hecho más ejercicio, se le notaba más fuerte.

Sintió como las lágrimas se asomaban en sus ojos color chocolate y suspiró.

A pesar de todo, aún le dolía verlo.

-Em... yo... ahora vuelvo, olvidé algo. -dijo nerviosa, mientras salía corriendo del estudio botando lágrimas y luchando por reprimirse hasta, por lo menos, llegar al baño.

Apenas visualizó el baño, entró y dejó su pequeña mochila a un lado, tirandola y se sentó en el piso, abrazando sus piernas, colocando su cabeza en sus rodillas y comenzó a llorar recordando todo... una vez más.

No sabía cuánto le seguía afectando hasta el día de hoy, cuando lo vió.

Sollozó mientras intentaba dejar de hacer tanto ruido y cerró los ojos.

Se sentía como en una película. Una triste película.

Shawn no la siguió, tan sólo observó como la chica se iba corriendo a los servicios higiénicos y suspiró.

Palabras como las que ella le dijo, cuando la castaña estaba internada por su secuestro, no se superan tan fácil.

Y él no las había superado.

(...)

Después de 30 minutos aprox. se paró del piso y se dirigió al espejo del tocador.

Se contempló ahí y pudo ver sus ojos rojos e hinchados, tenía el aspecto de un zombie deprimido.