Dicen que cambiar de aires es bueno, especialmente después de una gran perdida, sin embargo mudarse a un país nuevo parece un poco excesivo. O por lo menos eso es lo que piensan las trillizas Vázquez cuando su madre (que no han visto en años) las ob...
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Val
Si alguien le dijeran que estaría a las 5 am, rubia, toda golpeada, con otras 2 personas idénticas, junto a una pareja gay que guarda en secreto su amor, con 2 personas inconscientes, uno que huela a alcohol, una chica llorando desconsolada en los brazos de tu novio, y una madre bastante furiosa. Y para rematar te llega un mensaje de la persona que menos esperas diciendo que va a venir.
Estoy segura que esa persona se vuelve loca...
Mi madre respira profundo y camina de un lado a otro murmurando insultos en francés.
Es tan divertido verla así... Apunto de volverse loca por nuestra culpa.
–No se cual de ustedes esta peor– dice mirando acusadoramente a cada uno.
Nos tiene a todos sentados en el sofá, todos nos lanzamos miradas confundidas unos a otros.
Ellos no entienden como es que estamos rubias y golpeadas.
Y yo no entiendo porque Daniel abraza a una Karen que no deja de llorar, o porque Derek apesta a alcohol, o porque hay dos personas inconscientes en el piso. Porque si, los dejamos en el piso.
–Madre, ¿nos puedes explicar que esta pasando aquí?– pregunta Sebas casi con miedo.
Que irónico, él es el peor de todos y ahora parece que es el que mejor se a comportado.
–Cuando tu me expliques como es que Karen puede estar esperando un hijo tuyo.
Hable demasiado rápido, lo que nosotros hicimos no se compara con un hijo.
El probrecito se pune pálido y por un momento siento lastima de él, dije por un momento porque lo arruino todo con su bocota.
–Cuando ellas expliquen porque están todas golpeadas y rubias
–Lo haremos cuando el explique porque están inconcientes– contesta mi hermana señalando a Derek y luego a los otros.
Allí empezamos una pequeña discusión de quien debe hablar primero, esta discusión incluye insultos, golpes en la cabeza y muchos gritos. Seguimos así hasta que mi madre grita...
–¡Callense, todos ustedes silencio!
Ahí si, nadie dice nada. Hasta que ella empieza decir nuestros problemas.
–Ustedes dos, ¿Como se les ocurre?¿Que van a hacer con un hijo?¡Son unos inconscientes!
–Per...– Karen no puede continuar por la mirada que le lanza mi madre.
–Tu, te llevas a estos imbéciles a beber y me los traes así. ¡Que irresponsable!
Toma una pausa y es nuestro turno.
–Y a ustedes como se les ocurre llevar a mi bebe a un lugar asi– espera ¿QUE?
