Capítulo 7

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Pi... pi... pi... pi... pi... abro un ojo y luego el otro vaya, sorpresa estoy en la habitación de él. Miro la mesa. Joder con la putas noticas. 

Te espero en la oficina

A.F

6:31 am marca el reloj, voy al cuarto de baño, me ducho rápido, me hago una coleta, cepillo lo dientes, me coloco las pantis, sujetador, mi pantalón vaquero, una camiseta morada y mis zapatillas, lista me digo mirándome al espejo, tengo los ojos hinchados, los labios muy rosados y estoy demasiado sensible.

Bajo a la cocina y tomo una manzana verde del jarrón, no veo a la señora Carlota entonces me dispongo a salir.

- Señorita Ivanov.- es un hombre de unos 45 años, bien arreglado con un traje negro y lentes oscuro, se parece a los hombre de negro,

"que mi memoria me la deje intacta por favor" pienso.

- Si dígame – le digo con una hermosa sonrisa porque nadie tiene la culpa de mi mal humor.

- Soy su guardaespaldas el señor Ferrara me ha contratado para que este a su disposición.

- ¿Mi queeeee?

- Su ...

- Si, si lo escuche, pero no, yo no necesito uno, para que lo quiero.

- Lo siento pero no es a mi quien tiene que decirle eso, solo vine a buscarla.

Ahora si a este se le zafaron los tornillos yo con guardaespaldas, y con esta pinta.

El sr: James (J).me abre la puerta del auto...

- ¡WOW! Cenicienta a su calabaza - le digo a J. y él se ríe.

Se sienta en el asiento del conductor y me ve admirando todo.

- Es un mercedes Benz, de color plata iridio, clase M. ML 63 AMG, una velocidad máxima de 250Km/h , 7 velocidades , techo solar eléctrico.

- ¿Le gusta los autos verdad?- arrugo el cejo.

- Si señorita.

- No le estoy entendiendo nada - me mira por el retrovisor, y yo suelto una sonora carcajada, y él se contagia de mi buen humor. Si dejo que siga hablando me hace corto circuito el cerebro.

Veinte minutos después me bajo de la calabaza.

- Feliz día señorita Ivanov.

- Feliz día señor J.

Hoy veo la vida de otra manera, siempre llegaba cansada, agotada de tanto caminar o en su defecto correr.

Me paro frente al edificio y sonrió, no es lo que me gusta pero este es mi pequeño mundo. Paso la tarjeta por el identificador y este me da acceso. Saludo a Herman, es un señor de edad debe de tener unos 65 años él solo atiende los teléfonos en recesión firma el correo, me saluda de manera militar ya que servía a esta nación. Y también porque está pegado al teléfono y por la manera en que susurra debe ser Rosa quien lo llama su esposa.

Subo hasta la planta tres, el piso copiador... ahí se sacan todas las copias de los demás departamentos están todas las impresoras conectas e identificadas con cada departamento y oficina. Y aquí entra nuestro trabajo que nada se mezcle y estar pendiente de subir cada documento a su departamento.

Príncipe oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora