Capítulo 21

68 8 4
                                    



Rápidamente la tomo de la cintura hasta que caiga en el piso, se ha desmallado.

- Hay que sedarla - me indica el médico.

- ¿Puede viajar así?, necesito llevármela y no acepto un no como respuesta – le grito porque estoy desesperado..

- Le daré las indicaciones y la orden para que no tenga problema en el aeropuerto – dice apresuradamente.

Tomo en brazos a Marion dormida.

- Porque eres tan entrometida – le grito a Samantha que esta fuera de sí.

- Por favor Alejandro yo no sabía...- ya está gimoteando pero no me importa.

- Tu nunca sabes nada, no vez lo que has hecho, te juro Samantha que esta me la vas a pagar, ya no confió en ti- - mis palabras son dura pero estoy que me lleva los mil demonio.

No dice nada y se lo agradezco.

- James nos vamos prepara todo - casi le grito, en estos momento me importa una mierda como me miren – no es un buen momento James - le digo lo más ácido que puedo.

- Si Alejandro... - lo veo respirar y luego mira a Marion.

El sedante que le colocaron la mantendrá dormida casi todo el día. Con Marion en brazo nos dirigimos al auto, me ofrecieron una ambulancia pero yo la puedo cargar perfectamente nadie me la va a quitar.

Veinte minutos después estamos todos sentados listo para el despegue tuve que colocarla en el asiento y colocarle el cinturón. Aunque los asiento de mi avión son cómodos y puede estar allí el resto del viaje, estoy desesperado a que despegue y colocarla en mi regazo.

- ¿Primera vez que le da ese ataque?- pregunta Sam.

- Desde que está viviendo conmigo es el segundo – le digo serio, estoy demasiado molesto con ella.

- Perdóname Alejandro – me dice con los ojos llorosos, no me gusta ver a mi hermana así, pero es que me saca totalmente de mis casillas.

- Samantha tarde o temprano esto pasaría – observo a James pensativo, pero mejor no decirle nada.

Ya en aire acomodo bien a Marion para que quede dormida en mi pecho, le acaricio las mejillas, No te imaginas lo mucho que te amo lo digo en mi mente No dejaría que nadie, te hiciera daño.

- Me podrían dejar solo.

En mi avión hay varios asientos así que ellos se mueven más adelante y por primera vez ninguno de los presente dice nada.

- Aunque estés dormida princesa y no me escuches, quiero que sepas que el día que yo te haga daño. también te dejare en libertad - veo su rostro es perfecta - no quiero que seas infeliz por mi culpa - le digo bajito - eres lo más hermoso que he tenido en mi vida y siempre te voy a proteger cuésteme lo que me cueste, aunque a veces no me entiendas.

- Malditos rusos - suspiro mientras coloco mi cabeza en el asiento - si supieras princesas que son tus padres - le miro el rostro se ve tan relajada, tan indefensa - hijo de putas me están haciendo la vida imposible, te quieren hacer daño, saben que estás conmigo pero no te conocen, me he encargado que tu rostro este eliminado en cualquier parte y que tu apellido no figure en ningún lado. Cada maldito día me cuesta más disimular que no tengo pareja que sigo con mi vida de mujeriego - le paso mi dedo índice por la nariz y ella la arruga me encanta ese gesto siempre lo hago cuando está dormida – la única que sabe de tu existencia es Nina y me ha costado tenerla en silencio y a mi madre le prohibí que hablara de ti o sus tarjetas quedarían bloqueadas - paso mi dedo por su boca - eres mi debilidad, que has hecho conmigo, estoy enamorado como un adolecente - le doy besos en sus labios...

La cubro bien con la manta, mientras acaricio su espalda, reviso unos documento, y estudios varias ofertas, para los contratos que Nina dejo perder. Han pasado varias horas, cuando Sam me notifica que ya vamos a llegar, aún sigue sedada.

Llegamos al aeropuerto y yo me bajo con ella en brazos no pienso soltarla.

James y Scott suben a los autos y nos dirigimos a la casa tuvimos que suspender el vuelo a parís, después la llevare.

Veinte minutos más tarde llegamos, con los brazos adolorido James se ofrece a llevar a Marion no quería soltarla pero me insistió, sé que el la ama y nunca le haría daño. Carlota se asusta y Scott se queda para explicarle lo sucedido.

Le indico James que la quiero llevar a la fortaleza, coloco los código de acceso, una vez en las puertas le quito a Marion de sus brazos y entro con ella, la dejo en la cama y la desnudo para que este más cómoda, la cubro con las sabanas, ese es el lugar más seguro de la casa y más cuando esta tan vulnerable, llamo por teléfono a Carlota.

- Dígame señor.- contesta.

- Prepara cena para Marion, lo que más le guste por favor, que no sea muy fuerte, también un poco de frutas y chocolate blanco.

- Señor, James quiere hablar con usted.- espero unos segundos que Carlota le pase el teléfono a James.

- Dime James.

- Disculpe el atrevimiento... - lo corto.

- Cuando Marion despierte yo te notificare.

- Gracias Señor.

Cuelgo el teléfono y resoplo.

Príncipe oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora