Despierto y al primero que observo es a Alex.
En estos momentos no podría describir lo que siento, mentalmente estoy devastada y verlo a él ahí sentado con los codos en la cama y las manos en la nuca.
Haciéndome creer que de verdad se siente mal por lo que yo siento, por lo que estoy pasando por lo herida y destruida que estoy.
Siento que unas manos tibia me tocan y hacen circulo en ella, es una caricia sutil pero es las únicas que de verdad necesito en estos momento, necesito los brazos y las caricias de J, le muevo la mano y el rápidamente sube su cabeza.
Veo en sus ojos la preocupación, le sonrió sin gana para que sepa que estoy bien y que es lo yo más necesito en estos momentos.
- ¡Hola mi pequeña!
- Hola- balbuceo.
- ¿Marion cómo te siente?- escucho la voz de Alex, pero no lo miro, sé que mi arcoíris ya no está y él debe de estar satisfecho y contento.
El dolor que siento ha hecho que todo absolutamente todas mis emociones queden bloqueada., me acaricia la mejilla y yo la desprecio, lo desprecio, no quiero que me toque, no quiero que me diga nada.
– Princesa por favor, no me desprecies.- me suplica.
Las puertas de la habitación se abren. Y entra Adrián con su peculiar sonrisa, hace que una parte de mí se sensibilice, él es amoroso, tierno, cariñoso, un poco loco pero quien esta cuerdo en este mundo. Me ve despierta y sonríe, aunque en esta ocasión su sonrisa no es sincera es muy forzada, pero aun así trata de alentarme y decirme con sus gesto que todo esta bien.
- Buenos días Marion.- habla suave.
- ¡Buenos días! - respondo sin ánimos.
No hago pregunta estúpida como ¿dónde está mi bebé?, porque se perfectamente que no está, no hay más drama en mi vida este fue el tope más alto.
- ¿Cómo te sientes?
- De verdad quiere que te responda – lo digo lo más amargada que puedo.
- Lo siento Marion, hicimos todo lo que se pudo, lamento decirte que tu bebé ya no está aquí con nosotros,- veo como Alex aprieta la mandíbula como si realmente le importara.
- Mas lo siento yo que iba hacer su madre, no te preocupes Adrián seguramente me dirás que estoy bien para tener más hijos - el asiente con la cabeza -¿o quede jodida?
- No Marion estas perfectamente bien, Alex y tú podrán tener otro bebé sin ningún problema.
- No existe un Alex y yo, nunca lo existió y mi bebé era mío, solo mío, con tu hermano no existirá nunca un lazo tan fuerte como el de un hijo – lo miro cegada por el odio – espero que este satisfecho - le digo con una sonrisa malévola - y si era tuyo- le indico - solo iba a llevar tu sangre, porque como hijo no lo reconociste – siento como J me toma de mano para tranquilizarme.
- Compórtate- me dice Alex.
- Por favor Marion cálmate te va hacer daño – me indica Adrián.
- Ya no hay nada que me pueda hacer daño, esto- señalo donde supuestamente debe de ir mi corazón – dejo de existir hace un par de horas atrás.
Alex trata de tocarme pero yo lo rechazo.
- ¿Qué coño quieres que hiciera? – responde brusco y fuerte parándose de la silla
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Príncipe oscuro
RomanceAlgunos príncipe son tan oscuro que cuesta creer que tiene un alma llena de luz... Alejandro Ferrara es un príncipe misterioso, lleno de secretos, de miedos. En su fortaleza es donde baja la guardia y se permite ser débil, Marion Ivanov su bruja e...