Capítulo 32

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Parecía una leona enjaulada no paraba de caminar de un lado a otro, maldiciendo y gruñendo cada vez que me acordaba de Matthias.

Los vidrios de mi oficina estaban empañado por el frio, pero en cambio mi cuerpo estaba caliente la ira recorría cada uno de mis venas y me calentaba la sangre. Mire mi mesa gigante de vidrio. En ella, solo tenía mi computadora y una pila enorme de documentos revisados y listos para ser llevado a investigación.

En esta oficina revisaba los casos más importante, los de confidencialidad personas importantes. Que no querían que sus desgracias se descubrieran.

Solo teníamos acceso cuatros personas, tenía una caja de seguridad que solo se podía abrir por lector de retina; En mi caso era de mi ojo derecho y el de Matthias el izquierdo, en cambio Adrián de los dos, seguramente fue diseñada por Alex. Estaba oculta disimuladamente con un retrato en blanco y negro hecho por Sam, era mi retrato sentada en el jardín de Alejandro leyendo, era mi espacio y mi tortura cada vez que lo observaba.

En esa caja de seguridad se guardaba casos de políticos, preso importante, hijos de multimillonario; en fin lo que no quería que saliera a la luz, a mi izquierda esta una enorme biblioteca, todos los libros que estaban ahí eran organizado por cada zona del cuerpo, si necesitaba un detalle de un órgano lo tenía perfectamente acomodado y si alguien se atrevía a desorganizarlo ojalá y nunca me enterase, porque seguramente estaría despedido, el diseño de mi oficina era monocromático muy frio todos los detalles eran en blanco y negro las paredes totalmente blanca y algunos muebles negro, elimine por completo los malditos colores que me hacían recordar Alex ya bastante tenia todos los días cada vez que me paraba en un puto semáforo.

Ahora puedo visualizarlo de otra manera:

Rojo: ¿rendirse? Jamás.

Amarillo: ¿detenerse? Nunca

Verde: ¿avanzar? Siempre

He tratado de olvidar esos colores y significado que tanto me ha marcado la vida

Rojo: pensar

Amarillo: decisión

Verde: actuar.

Visualizo a Matthias y a Booth que viene muy silencioso para mi gusto. Atraviesan el pasillo y es solo abrir la puerta y yo ya estoy gritando.

- Son casi las once de la noche. tienes problemas en reconocer los cadáveres.

Booth se pasa la mano por la cara, significa que está cansado y no quiere pelear, en cambio Matthias está enojado.

La sangre me hervía tenía que pasar el informe para la investigación, habían secuestrados a unos niños, hijos de un político muy importante de este país y precisamente hoy había dado con los niños, como médico forense sabía que eran ellos, pero me negaba a confirmarlo. Tenía la misma descripción de cuando fueron secuestrado, iban saliendo de natación vestido con ropa deportivas del equipo donde entrenaban, me había tomado muy personal este caso, lo había dado todo absolutamente todo por encontrar a los niños sanos y vivos, sé que no es mi área pero podía analizar cualquier muestra y junto a mi equipo poder localizarlo, apenas tenían 16, 12 y 11 años esos niños.

La cantidad de dinero era muy exagerada, la familia no tenía en esos momentos en efectivo, vendieron absolutamente todo.

40 días en zozobra.

40 días prácticamente sin dormir.

40 días malditos días.

Hasta que nos llegaron los tres cuerpos que no quería encontrar así. Se me partió el alma esta mañana cuando analice los audios por milésima vez.

Príncipe oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora