La vida de Kim Seok jin había estado llena de decepciones pero, la que lo dejo en el suelo fue ser plantado en su propia boda.
Un alfa de ojos azules, con un olor embriagante. Estaba en la misma situación llego a el proponiendo algo extraño, un ma...
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Abrió los ojos y sintió el dolor en su cuerpo, indicios de su actividad física. "Un muy buen sexo", dirían sus amigos si lo tuviera. No fue una mala idea dejarse llevar por sus besos y caricias; fue el mejor sexo que había tenido. En realidad, no tenía tanta experiencia. Solamente había tenido relaciones con Jackson, pero no había sentido esta conexión como lo hizo con JungKook. Sin duda, él sabe lo que hace, pero esto seguía estando mal.
Maldita naturaleza omega. Maldito JungKook por ser tan atractivo.
Su rostro se encontraba recargado en su pecho. Podía sentir su respiración, el latido relajado de su corazón y su calor. Su mano acarició lentamente su abdomen, su no tan definido abdomen suave. Él sonrió ante sus caricias; era tan sensible a las caricias que puso una sonrisa en su rostro, que pronto se desvaneció cuando habló.
—uhmm —se quejó en sueños— TaeHyung, sabes que no me gustan las cosquillas. —Alejó sus manos, sintiendo mucha rabia. Olvidó su nombre, olvidó que lo ayudó con su celo durante todo este tiempo, y solo recordó a su antiguo omega. Suspiró en cansancio. Mejor se metería a bañar y olvidaría esto. Trató de levantarse, pero un horrible tirón de cuello lo detuvo. "No, no, no, esto no podría estar pasando".
Con una de sus manos tocó su cuello y pudo sentir los relieves de la herida abierta, que ardía. Con la otra mano tapó sus fuertes sollozos que querían salir de su boca. Se dirigió al baño con las piernas temblorosas y volteó a la cama, mirando al alfa pacíficamente dormir y buscando con sus manos el calor de su cuerpo junto a la cama. Cerró la puerta del baño, se miró en el espejo del lavamanos y ahí estaba, como un mal sueño; una promesa rota estaba marcada y ya no había final.
Lloró en silencio y algo lo puso aún más en shock: en sus piernas corría su propio lubricante junto a residuos de semen del alfa. Maldición. Ya no hay salida; aceptó eso cuando se casó. Miró su anillo en la mano. Lloró como si eso apaciguara el dolor de su corazón.
Sabía que la marca de Jackson se iría muy rápido, porque ya estaba apunto de borrarse. Su lobo estaba tan feliz de ser marcado por su alfa destinado. Pero él se sentía ofendido, enojado y traicionado. Su lobo debería estar enojado igual que él.
Siguió llorando un rato más, sentado bajo la regadera. Al menos el agua limpiaría sus lágrimas y su cuerpo, pero su alma estaba tan rota.
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Qué agradable sensación, estar cansado después de tanto sexo, algo que nunca había imaginado tener, ya que TaeHyung no lo permitía, si acaso una vez al mes. Pero estaba feliz de que tuvieran mucho de eso estos días, de tener el calor de mi amado. Por fin, estoy casado con el omega de mi vida.
Sentir el calor y el olor tan agradable mezclados con los míos. No podía abrir los ojos; me sentía tan cansado. Nunca había olido tan bien después del sexo, esa exquisita fragancia a piña... uhmm, piña. Sentí cosquillas en el abdomen y, aun con los ojos cerrados, hablé:
—uhmm, TaeHyung, sabes que no me gustan las cosquillas. Él nunca me hacía cosquillas, pero a veces se ponía cariñoso. Sentí como sus manos dejaron de tocarme, el peso de esta se movió un poco con el movimiento, para ya no sentirse a mi lado.
Una rara molestia se originó en mi estómago. Mi lobo está enojado en estos momentos, y no logro entender por qué me está rasguñando internamente. Sé que no le agradaba del todo Taehyung, pero enojarse me confundió demasiado. Sentí nuevamente ese aroma a piña, pero ahora estaba agrio en tristeza.
Abrí los ojos; ese olor le era conocido, no era de TaeHyung. Me levanté suavemente en la cama y escuché ligeros sollozos provenientes del baño, aún más confundido. Enredé la sábana en mi cintura y caminé hacia el baño, y toqué la puerta.
—TaeHyung— su nombre se sentía como ácido en mi boca— Amor, ¿qué pasa? ¿Por qué lloras? —Los sollozos se escucharon más fuerte— Me estás asustando. ¿Dime qué pasa? —Intenté abrir la puerta, pero esta estaba cerrada por dentro. Hasta que esta se abrió.
—El... el estúpido problema es— esa no es la voz de Tae— que no me llamo TaeHyung —dijo abriendo la puerta fuertemente, y el cuerpo del omega goteaba junto con su cabello. La bata de baño lo abrazaba bien.
—JIN—me sorprendí de ver al omega hermoso de la iglesia frente a mí. Vi su mano, la mía, y dio que no quería ver, pero el omega tenía una gran marca recién hecha en su cuello. "Oh mierda"—perdón, LUNA—hablando del dios— perdón en serio, cuando estoy dormido no razono lo que digo, y por un momento olvidé todo.
—Ya no importa, me casé contigo. Tú estás enamorado de alguien más, y yo también estoy enamorado de alguien más. No te culpo, pero estamos juntos en esto. —Apuntó a la marca. Caminó acercándose a la ropa en el suelo para darse la vuelta y decirme otra cosa— solo recuerda mi nombre la próxima vez. Soy Kim Seok Jin, omega de clase baja, sin olor. Tengo veinticinco años. Ok, solo recuerda esa información para la próxima. —Se giró limpiando sus lágrimas y comenzó a ponerse su ropa.
—"Mi lobo está molesto, mierda"—golpeé mi cabeza contra la pared. Este matrimonio comenzó mal... muy mal.
