La vida de Kim Seok jin había estado llena de decepciones pero, la que lo dejo en el suelo fue ser plantado en su propia boda.
Un alfa de ojos azules, con un olor embriagante. Estaba en la misma situación llego a el proponiendo algo extraño, un ma...
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Mientras salían del departamento, Jungkook llamó a su chofer, y entraron al auto con un TaeHyung enojado haciendo berrinche detrás. JungKook tenía a Jin abrazado y no dejaba de acariciarlo, dándole palabras de consuelo mientras el omega lloraba. TaeHyung se la pasó maldiciendo todo el camino al hospital de la familia.
"Mierda, él es mi prometido", pensaba el berrinchudo omega, sentado junto a él. Jungkook hizo lo que debió hacer hace tiempo: ignorarlo. Pero al hacerlo tarde, el omega que hacía sentir su pecho cálido estaba sufriendo.
El camino fue largo, había tráfico, y por más que quisieron evitarlo, se sintieron impotentes por no llegar más rápido. Pero finalmente llegaron. Bajaron rápidamente del auto, corriendo hacia adentro, gritando en desesperación.
—¡Ayuda por favor! Mi omega está sufriendo mucho dolor en el vientre, está esperando un bebe —gritó Jungkook rápidamente. Los residentes trajeron una silla de ruedas, pero Seok Jin se aferró al cuello de su alfa. Los internos les dijeron que Jungkook podría llevarlo a la sala de urgencias, y el alfa aceptó, no dejando solo al omega nuevamente.
TaeHyung los siguió por detrás hasta que lo detuvieron y ambos entraron a un consultorio...
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—Jin, tranquilo, todo estará bien, lo prometo —habló Jungkook acostándolo en la camilla.
—Buenas noches, soy el Dr. Kim NamJoon, jefe del departamento de obstetricia.
—Buenas noches, soy Jeon JungKook —apretó la mano del doctor— Espero pueda ayudarlo.
—¿Es el alfa del joven? —apenas estaba por contestar cuando TaeHyung interrumpió en la sala. Esto hizo gruñir al omega en la camilla.
—Él no es su estúpido alfa —gritó en la sala, creando alboroto.
—Eres familiar del paciente —preguntó el doctor de forma seria.
—Asco, claro que no —puso los ojos en blanco.
—Entonces hazme el favor de salir del consultorio, enfermera, indíquele la salida —el omega gruñó y peleó con la enfermera, pero lograron sacarlo. Se acercó a mí para tocar mi vientre, palpándolo. Un ligero gruñido de JungKook salió de sus labios— ¿Cuál es el nombre de tu alfa y dónde está? —Cuando JungKook se disponía a hablar, nuevamente TaeHyung entró aferrándose a JungKook y lo jaló hacia afuera. Ya que lo corrieron, quería llevarse a su alfa; intentó zafarse y aun así lo hizo salir. No podía agredir a un omega.
—Él está en mi número de emergencia, es Jackson Wang —cuando dijo el nombre de otro alfa, JungKook estaba entrando nuevamente— él está con su amante, es un imbécil —gruñó en dirección de JungKook, el cual gruñó esta vez más fuerte y esta vez la enfermera lo sacó del consultorio— Mi cachorro está bien.
— Explícame, ¿Qué sucedió?, ¿qué te duele?, ¿tus síntomas?, ¿cuánto tiempo tienes? Prepararé un eco para ver si todo está bien con el cachorro.
Expliqué un poco de mis primeros síntomas y la fecha en que me hice la prueba por primera vez, y lo que sentí ahora, pero ese dolor desapareció al estar abrazado a JungKook.
Él realizó el eco, en la pantalla se veía tan pequeño. Sonreí al verlo atentamente y tener una foto en mis manos. Lo seguí mirando.
—Lo experimentaste debido al estrés al ver a tu alfa con ese niño mimado que entró gritando a la sala. Por lo que veo, esta semana cumples tu primer mes —apuntó en su receta algunos medicamentos— te recomiendo descanso y decirles que te dejen solo.
—Lo averigüé, soy tan obvio —bajé la mirada a mis piernas.
—No fue difícil adivinar, un alfa territorial con un hijo en el vientre, me gruñó dos veces apenas te toqué —sonrió.
Casi me hago pipí —hizo un comentario para hacerme reír, lo logró—. No quiero ser entrometido, pero ¿por qué te marcó si estás con otro?
—Es complicado, muy complicado —suspiré—, pero es mi esposo.
—Cuando necesites un amigo, no dudes en buscarme. Seré buena compañía —le extendió la tarjeta con su número, rápidamente lo guardé—. Te veré en dos semanas, para ver el crecimiento del cachorro o si presentas algún malestar no dudes en venir, y si solo quieres hablar, llámame. Siempre responderé —sonrió, y su hoyuelo era bonito.
—Él no hará eso, no tiene por qué hablar contigo —aquí estaba contradiciéndose otra vez. JungKook entró al consultorio y me llevó de ese lugar en sus brazos. Me despedí rápidamente con la mano.
—Puedes bajarme —pedí.
—Ya puedes caminar, no quieres que te cargue —negué, y él me bajó como se lo pedí.
—Taehyung puede enojarse —agaché la mirada nuevamente. Él levantó mi rostro.
—Él no está aquí —colocó sus manos en mis mejillas para colocar sus labios en los míos. Fue tan dulce—. Ya no estará.
Sonreí, quiero creer. Caminamos hacia la puerta. El auto de JungKook nos esperaba.
—Perdón por no decírtelo. Planeaba hacerlo hoy. Apenas me enteré ayer —le mostré la foto de la ecografía. Por un momento, se enojó por no decírselo, pero sonrió al mirar el punto en la foto. Deseaba que esta felicidad fuera eterna. Me besó nuevamente, y lo siguió haciendo todo el camino hasta llegar al departamento.
Cuando entramos por la puerta, me cargó, y el beso se volvió más intenso, pegándonos en un muro del recibidor. Sentía la piel caliente del alfa contra la mía, y era maravilloso.
—Cof, cof —tosía TaeHyung, quien estaba en la sala boquiabierto—. ¿Qué diablos está pasando? Se suponía que esto era una farsa —gritó.
Rápidamente me bajó al suelo y me puse detrás de él, encarando a TaeHyung.
—¿Qué sigues haciendo aquí? ¡Te dije que te fueras! —usó su voz de alfa y realmente estaba enojado.
—Sabes que esa mierda no funciona conmigo. ¿Qué significa esto? Se suponía que nos casaríamos y seríamos felices porque me amas. Ese era el trato —se quejó.
—Hace un mes, antes de que dejaras todo en la mierda, dijiste que no estabas listo —respiró—. Disfrutaste el sexo con tus "amigos alfas". Porque mierda no te vas con ellos, por lo visto te gusta la vida de soltero. Puedes hacerlo sin mi dinero —miró serio.
—De qué diablos estás hablando. ¿Quién fue el imbécil que te dijo ese chisme? Y yo con esos estúpidos jamás tendría nada. Además, ni siquiera querías casarte. Todo esto es porque quieres la herencia de tu abuela. Todo es por fines comerciales. Te beneficias tú y yo. POR LA LUNA, TENEMOS VEINTIÚN AÑOS —se relajó—. Saca a ese omega de aquí y volvamos a la normalidad. Nos amamos.
— Eso ya no es verdad. TaeHyung lo hacía, pero ya no te presento a mi esposo y futuro padre de mi hijo. Alguien más llenó el vacío que tú dejaste, y maldición, fue la mejor decisión de mi vida —gritó—. ¿Por qué rayos no te vas? No tienes nada que hacer aquí.
El omega se fue rápidamente, azotando la puerta, volteando y rompiendo cosas a su paso. Se acercó a Jin con intención de dañarlo, pero este ya no se encontraba detrás del alfa.
Su esposo había confesado que gustaba de él, pero se había casado conmigo por conveniencia y dinero, algo que ya sabía, pero ¿por qué dolía tanto? Tenía razón, era un omega de pantalla. Un tonto omega enamorado y embarazado.
