La vida de Kim Seok jin había estado llena de decepciones pero, la que lo dejo en el suelo fue ser plantado en su propia boda.
Un alfa de ojos azules, con un olor embriagante. Estaba en la misma situación llego a el proponiendo algo extraño, un ma...
En este pequeño relato tratemos que recapitular lo sucedido
Jin y jungkook se conocen en una iglesia siendo plantados por sus parejas
A jungkook se le ocurre una idea. Casarse con el desconocido por querer conseguir una herencia
Jin acepta. Encadenamos mucho sufrimiento para Jin y ya lo leyeron xD
¿Qué hubiera pasado si..? Cuando Jin estaba por aceptar Jackson y TaeHyun regresan a la Iglesia.
Mundo paralelo colores de cabello serán cambiados y esas cosas Si si
Comenzamos Preparen el drama, comenten si no cometan pos chgsm :3
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un día de julio, el 13 para ser exactos, las campanas sonaron anunciando una boda. Dos bodas estaban por ejecutarse, dos parejas estaban destinadas a unir sus vidas para siempre. Pero el destino tenía algo diferente para ambos. Cerca del lugar donde se suponía estarían los novios, se escuchaban los lamentos silenciosos de uno de nuestros protagonistas... Seok Jin lloraba cerca del altar porque en el día más importante de su vida lo habían dejado plantado, solo y sin familia. Un joven de ojos azules se acercó a él, su dulce aroma lo cautivó, un olor a piña tan espectacular que lo hizo olvidarse de que lo habían dejado en el altar después de una boda costosa que estaba por comenzar. Se acercó al chico de aroma dulce, quien también estaba llorando. Después de unas cortas palabras, el chico de ojos azules sonrió ante su tonta idea. La idea sonaba tonta, pero sus animales interiores ya se habían encontrado; sin querer, sus almas se habían unido por la luna. Jungkook sonrió para sí mismo antes de soltar unas palabras:
—Sé que nos acabamos de conocer, pero ¿me harías el honor de casarte conmigo?
Seok Jin solo bufó ante la idea, pero lo pensó. La tardanza en pensarlo logró hacer lo que pensaban imposible. Dos personas entraron corriendo en busca de ellos.
—¡Seok Jin! —gritó un alfa desde la puerta de la iglesia, logrando romper el contacto visual con Jungkook. Ya cerca del rubio, se arrodilló—. Perdón, perdón. Tenía miedo, pero estoy aquí, amor.
Jungkook estaba a punto de protestar cuando por otra puerta se escuchó un grito.
—¡Kookie, regresé! Lo pensé camino al aeropuerto. No podré vivir sin ti, me casaré, estaremos juntos.
Jungkook volteó a mirar a Jin para ver que decía.
—Ya no tenemos padre que quiera casarnos, perdimos nuestro turno, mi ramo está roto y mi maquillaje corrido —dijo Jin.
—Casémonos juntos, nuestra sala está reservada para nosotros —Jungkook habló con algo de odio en sus palabras.
—No sería tanta molestia.
—Para nada, si Kookie quiere compartir con ustedes —mirándolos de arriba a abajo con algo de asco—. Está bien, te daré ropa decente para tu matrimonio y un mejor maquillaje. Vamos, beta —besó en la mejilla a Jungkook y jaló a Seok Jin—. Kookie, arregla lo demás.