☆One-Shots~BNHA☆《LEMON》

Mirio Togata

NOTA: En este AU, Mirio siguió estudiando con normalidad en UA.

"Última noche"

Cuanto menos les esperaba, la ceremonia de graduación había llegado; tú y cada uno de tus compañeros vestían sus mejores trajes para poder despedirse de UA y continuar su camino para convertirse en héroes profesionales.

Todo era honores y celebración hasta que, dejando la formalidad de la ceremonia, los estudiantes del 3er año organizaron una pequeña reunión nocturna en la que celebrarían su graduación a su manera.

- ¡Fondo! ¡Fondo! ¡Fondo!- gritaban al unísono a la vez que Nejire bebía de una botella de vino- ¡¡¡Yeahh!!!

- ¡Subele a la música!- exclamaba la peliceleste ya algo subida de copas- ______-chan te toca bailar.

- Nejire cálmate porfavor- bromeaste divertida mientras se te escuchaba un poco ebria- Si bailo de seguro rompo la pista.

- Ay tu cállate y ven acá- dijo jalándote del brazo al centro del círculo que formaban todos los alumnos- Haber haber, te pondré con... ¡Mirio!

Al instante, la ojiceleste se dirigió a Togata llevandolo hacia tí causando que este se ruborizara un poco, sólo con la idea de que bailaría contigo al frente de todos.

- ______, me alegra poder bailar contigo- comentó un poco ruborizado.

- Te ves tan tierno cuando estas nervioso, Mirio-kun- susurraste al rodear su cuello con tus brazos obligándolo a acercar sus rostros dejando sólo unos centímetros de distancia.

- Esto no terminará nada bien- susurró Tamaki al ver como Mirio se dejaba llevar por tu coqueteo y sus cuerpos empezaban a acercarse más de lo debido.

Deseabas que esa noche durara por siempre, deseabas quedarte a lado de Mirio por el resto de tu vida.

Pero la vida no es siempre como quieres.

Lamentablemente, tus padres habían decidido enviarte a Estados Unidos ni bien terminabas tus estudios en UA, para que puedas iniciar tus prácticas como héroe profesional, sabías que esto no lo hacían sólo por el hecho de querer una mejor formación para tí, sino que deseaban separarte de Mirio.

Estabas harta del pensamiento ególatra de tu familia, odiaban a Togata sólo por el hecho de ser parte de la "gentuza pobre" que no tenían un linaje que mantener. Pero no ibas a dejar esto así, si esta era tu última noche junto a Mirio la ibas a aprovechar al máximo.

- Mirio-kun, sígueme- susurraste cerca a su oído seguido de una leve risilla.

El rubio sin pensarlo dos veces te siguió por entre la multitud de personas que estaban bailando. Luego de un rato, se dió cuenta de que ya no estaba en el salón principal, ahora se encontraba en la tercera planta del local, la zona de hospedaje.

El rubio vió como hablabas alegremente con la recepcionista del hotel, a la par que esta te daba unas llaves - No se preocupe...- es lo único que logró escuchar de tu parte antes de que la recepcionista te susurrara algo inaudible y colocara algo más en tu mano causando que te ruborizaras repentinamente.

- Ahora sí vámonos Mirio- dijiste divertida ante su mirada confundida.

- ¿Que fue lo de hace un rato?- comentó ladeando la cabeza con un tono divertido.

- Ya lo descubrirás...- esbozaste a la vez que lo tomabas de la mano junto a una mirada traviesa.

Ambos se dirigieron hacia el pasadizo del hospedaje, llegando hasta la habitación #17, en la que decidieron adentrarse. El cuarto era simple pero elegante, una cama bien acomodada en medio, a lado una pequeña mesa de noche con una lámpara encima que alumbraba tenuamente la habitación dando un ambiente tranquilo y romántico.