Capítulo 14; «Algún día tendrá fin»

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 «Algún día tendrá fin»

Eran las seis de la tarde, estaba a punto de anochecer y nosotros no nos habíamos movido del sofá, obviamente solo para colocar otra película, para ir al baño y una que otra vez para traer comida.

Absolutamente todo el día estuvimos acurrucados.

Teníamos aun el pijama, pensábamos darnos una ducha hasta antes de ir a dormir. Era un sábado realmente cómodo como para malgastarlo en una ducha.

-Fue un hermoso final –comentó Sebas cuando la película comenzaba a pasar sus créditos y todo eso.

-Lo sé, aunque creo que él debía quedarse con la rubia –dije sin poder recordar su nombre.

-Sí, estoy de acuerdo contigo –dijo acariciando mi cabeza, hmm, era tan relajante –aunque, ¿sabes algo? A veces las cosas no salen como deberían…a veces es todo lo contrario a como realmente debería de ser, lo correcto.

-si… -un millón de pensamientos se vinieron a mi cabeza y tenía que expulsarlos o si no mi cabeza estallaría después  –y si… ¿y si lo nuestro no es lo correcto? ¿Si lo correcto es que yo siga en la mafia y tú regreses a tu vida normal y conquistes a la chica que te gustaba? –Escondí mi rostro en su cuello abrazándome a él, no quería que mis pensamientos fueran nuestra realidad, que todo esto que está sucediendo algún día tendrá fin –no quiero… -susurre tratando de no soltar las lágrimas que ya estaban en mis ojos –yo te quiero conmigo…  

-Oye… -dijo también abrazado a mí –saca esos pensamientos de esa cabecita, princesa, mírame… -pidió. Negué con la cabeza y me escabullí mas metiendo mi cabeza en el hueco que quedaba entre su cabeza y su cuello –mírame, por favor –suplico. Un sollozo se escapó de mis labios, Sebas hizo un movimiento en el cual el quedo sentado y yo totalmente acurrucada en su regazo –maldición Claire, como desearía borrar esos pensamientos de tu mente, saca esa basura de ahí, nada de lo que estás pensando pasará, créeme.

-te creo pero… -solloce de nuevo, basta –ugh, yo soy mala y tu bueno, realmente demasiado bueno para mí –dije negando –limpie mis lágrimas y al fin me anime a verlo a los ojos –estoy enamorada de ti y estos pensamientos me duelen más que nada, joder –mi labio tembló y de nuevo lagrimas cayeron.

-nunca te dejaré, ¿vale? –Hizo media sonrisa –lo prometo por el meñique, ¿eso te tranquiliza?

Negué –realmente no –suspire tratando de calmarme -¿te das cuenta de algo?

-¿de que bebe? –pregunto limpiando mis lágrimas. Recostó su cabeza en mi hombro.

-de que, estar lejos de la mafia y todo eso, me hace…ser sensible, digo, ahora he estado más cariñosa y ahora estoy llorando…por nosotros –dije viendo a la nada –antes solo lloraba por el recuerdo de mi madre y por odio a personas que no valen para nada la pena. Me hace bien estar contigo, ¿lo notas?

-Por supuesto que me he dado cuenta y realmente me encanta tu cambio –dijo con una sonrisa. Levanto su cabeza y de nuevo, sus ojos estaban conectados a los mío –nos hace bien estar juntos, esto nos hace bien. Juntos y solos… –hizo media sonrisa, una hermosa media sonrisa –dándonos mucho amor –dijo alargando la U.

Sonreí –eres tan tierno a veces –dije llenándolo de besos por todo el rostro haciéndolo reír -¿tienes hambre?

-¡Mucha! –exclamo. Se levantó conmigo en brazos y de algún modo me hizo quedar enrollada en su cintura –a comer.

-Hablas de comer o de…

-De comer, pervertida –dijo juguetón. Ya en la cocina me coloco encima de la mesada –hoy cocino yo, ¿Qué desea mi damisela?

¿Mafia y amor? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora