Capítulo 13; «¡Esta fría!»

581 30 1
                                    

«¡Esta fría! »

Claire PDV

Luego de nuestro momento cursi, salimos directo de esa pequeña cafetería a la cual prometí nunca volver ya que ahora si mataría a esa zorra. Si no lo hice en el baño, lo haría en otro momento, todo con calma, ¿no? 

Fuimos a un pequeño almacén con ropa de ambos sexos, le ordene a Sebastián que comprara bastante ropa o la necesaria para estar mínimo unas dos semanas aquí y el me obedeció con algo de pena.

Mientras el buscaba su ropa también decidí por comprar ropa, tenía que ponerme a la moda y parecer normal ya que la mayoría de la ropa que tenía en mi armario era con estampado militar o negra, no me gustaba vestirme muy femenina, lo normal…supongo.

Vi en el perchero una blusa con unas letras en grande que decían “Bad Girl”, la tome y la uní con las demás que tenía para llevar. Esa blusa me identificaba, yo era una chica mala. Muy mala. También escogí algunas faldas, shorts y leggins, también algunos jeans ya que no podían faltar en mi armario.

Cuando ya tenía lo que iba a llevar fui a buscar a Sebas, pero no lo encontré por ningún lado –hey, ¿no has visto a mi amigo? –le pregunte a una chica del almacén.

-creo que esta en los probadores, sígueme –contesto. Comenzó a caminar en dirección de los probadores y yo por supuesto detrás de ella

.

-¿Sebastián estas aquí? –pregunte en voz bastante alta para que pudiera escucharme. No recibí respuesta de ningún probador, me estaba comenzando a poner nerviosa, ¿y si se fue? ¿Y si huyo…sin mí? ¿Y si…

-Aquí estoy, princesa –dijo saliendo de un probador. La chica que me trajo hasta aquí hizo un sonido de ternura haciendo que Sebas se sonrojara. Camino hacia a mí -¿ya estas lista? Porque yo si –dijo con una sonrisa.

Asentí emocionada -¿elegiste bastante? Porque yo si –dije y me solté a reír al igual que el –vamos –dije y tome su mano para luego caminar con él a la caja.

El coloco sus compras en el recibidor y yo coloque las mías arriba. La señorita marcaba cada prenda y al terminar abrió los ojos. Supongo que había salido una fuerte cantidad y nunca había tenido alguna compra así. Realmente nunca había visto el precio de alguna prenda, solo observaba y si me gustaba lo tomaba. Simple

-¿Cuánto es? –pregunte con una sonrisa.

Rasco su nuca nerviosa –Mil ochocientos con cincuenta y cinco euros –dijo observándome detenidamente. ¿Tan poco? vaya, a veces me salía más caro. Me encogí de hombros y le tendí los billetes sin problema –aquí van sesenta más…

-tómalo como propina –dije sonriendo. Asintió dudosa y comenzó a ordenar la ropa en bolsas -¿no quieres algo más? –le pregunte a Sebastián y el respondió con una negación de cabeza -¿llevas lo necesario? Recuerda que son dos o más semanas aquí, cuando lleguemos allá compraremos más si quieres…

Sonrió amable –no, está bien así –me abrazo por encima de los hombros mientras que yo enrolle mis brazos por su espalda, olía tan bien –supongo que mi madre mandará dinero junto con los boletos, así que seré yo el que te compre ropa y más cosas –dijo y deposito un beso en mi cabeza.

-no creas que esto es un compromiso para mí, Sebas, de hecho es un placer –dije. La señorita nos avisó que ya estaba todo listo y luego nos entregó nuestras bolsas llenas de ropa. En total eran cinco bolsas, supongo que tres eran mías y dos de Sebas, el no llevaba mucho –bien, ahora vamos por el calzado –dije emocionada.

¿Mafia y amor? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora