¿Mafia y amor? ©

Capítulo 18 «Kilómetros de ti»

«Kilómetros de ti»
Sebastián PDV
Claire se colocó mi camiseta y mi bóxer. Se veía jodidamente sensual. Camino por delante de la cama y antes de salir de la habitación me lanzo un beso en el aire –ahora vuelvo –susurro cubriendo con su mano el micrófono de su celular para que Cipriano no la escuchara y luego de eso cerró la puerta.

¿Por qué ahora que todo estaba perfecto entre nosotros tenía que venir Cipriano y arruinarlo? Esto era como un sueño mezclado con una pesadilla y era demasiado confuso para mí, en los momentos bellos no quería despertar nunca pero sabía que cuando saliéramos de este pequeño pueblo se convertiría en una pesadilla, para ambos.

Escuche una queja de Claire y luego un golpe muy fuerte en la pared me hizo dar un pequeño brinco del susto. Me levante de la cama y me coloque un bóxer nuevo, tenía curiosidad del porque Cipriano la llamaba. Abrí lentamente la puerta y camine sigilosamente hasta la puerta de la habitación de Claire -¡Que no maldición! –Susurro demasiado frustrada -¡Estoy de vacaciones, no quiero volver por ahora! –soltó un grito ahogado y luego suspiro rendida -¡Voy a volver dos días y haré mi trabajo, voy a deshacerme de esa puta y luego me largo de nuevo! –Dijo realmente cansada –luego no quiero que me estés jodiendo, tengo derecho de descansar de toda esa mierda –escuche otro sonido en la mesa de noche de su habitación y luego pasos acercarse a la puerta, intente huir pero fue en vano -¿Qué hacías Matthews? –pregunto con algo de seriedad en su tono de voz.

Mierda. Me voltee y le di una sonrisa rápida –iba…uhm... ¿al baño? –Observe todo menos a ella –si, al baño.

-¿no sabes que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación? –me cuestiono cruzándose de brazos y levantando una ceja.

-si –rodé los ojos –no volverá a pasar –me di la vuelta y regrese a la habitación sin cerrar la puerta por si ella quería venir conmigo.

Escuche como bufo y camino pesadamente hasta a mí –lo siento ¿vale? El puto de Cipriano me ha alterado los nervios –se metió entre las sabanas y se acomodó de nuevo a mi lado pero ahora enredando sus piernas con las mías. Podía sentir perfectamente su cuerpo ya que esa camiseta no era tan gruesa, eso me colocaba cachondo. De nuevo  – ¿nunca has pensado en hacerte un tatuaje? -comenzó a acariciar mi abdomen marcado.
-en realidad… -su contacto con mi piel hacia que sintiera corrientes eléctricas en todos lados. Absolutamente todos –sí he pensado en hacerme alguno, ¿Por qué? –pregunte curioso. Hizo un ronroneo con su garganta -¡Oye, deja de ser tan sensual! –dije asustándola un poco. Me miro alarmada y luego comenzó a reírse -¿Qué?

-¿sigues caliente, eh? –Pregunto coqueta haciéndome sonrojar –bien, ya que tenías pensado hacerte un tatuaje yo…uh, ¿quieres que vayamos a hacernos uno? –Miro el reloj de su celular –es tarde, pero esos lugares no cierran y supongo que hay alguno por aquí.

-¡Si! –Dije felizmente -¿nos cambiamos y vamos y cuando regresemos te hago mía de nuevo? –solté sin siguiera pensarlo. Sus mejillas se colocaron de un color carmesí, asintió tímida -¡Vamos! –me levante de la cama luego de que ella lo hiciera.

Se quitó mi camiseta dejándome verla de nuevo, susurro algo que no pude escuchar y camino hasta su habitación. Me coloque un jean y una camiseta sin mangas negra. Luego de unos minutos regreso con una blusa holgada y un short de jean dejándome a la vista sus largas piernas.

-Ahora tu bóxer y tu camiseta son de mi propiedad –dijo cerca de mi oído. Coloque mis brazos alrededor de su cintura y bese sus labios, mordí su labio causando que un gemido saliera de sus labios. En ese mismo instante me puse duro de nuevo –basta –susurro tratando de calmar nuestras hormonas. Se alejó un poco pero pude ver en sus ojos el deseo por mí -¿nos vamos? –pregunto con una sonrisa en sus labios.