IV

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Kyungsoo llevaba riendo unos diez minutos. Se burlaba de la historia de como rompí mi lámpara, la puerta, una decoración y de como se arruinó mi lavadora.

— Eres un idiota Baekhyun. — me dijo después de calmarse.

— Gracias, me haces sentir mejor.

Después de regañarme por dejar entrar a un desconocido a mi casa ahora moría de risa.

— ¿Cómo van tus hematomas? — preguntó Junmyeon ignorando la risa de Do que había comenzado de nuevo.

— Bien — respondí titubeante. En realidad los hematomas desaparecieron rápido, en cuestión de dos días sin necesidad de cremas desaparecieron de mi piel.

Estábamos en la hora de receso, faltaba poco para salir. Terminamos de comer y finalizamos nuestra jornada estudiantil de lo mas normal, como todos los días. Al salir me apresuré a llegar a mi casa y vestirme rápido, estábamos en semana de exámenes y no podía llegar ni un minuto tarde.

El día se pasó a la velocidad de la luz y en menos tiempo de lo que imaginaba ya me encontraba sentado en el comedor de mi casa calificando exámenes mientras comía una hamburguesa como cena.

"Mencione 5 animales mamíferos

R//: Vaca. √

Perro. √

Gato. √

Oveja. √

Yo. X "

Sonreí ante la respuesta, los niños pueden ser muy ocurrentes cuando resuelven exámenes.

Continué con el resto de exámenes, después de un par de horas había concluido con los exámenes de tres grados con sus tres divisiones. Suspiré cansado. Guardé todos los exámenes en bolsas transparentes según grado y materia, después de ello me di una ligera ducha y me vestí con mis ropas para dormir.

Mientras caminaba en dirección a mi cama y secaba mi cabello posé mi vista en la caja fuerte intacta desde el día del incidente, durante estos días había perdido la curiosidad por el interior de la caja pero nuevamente ha vuelto.

Colgué la toalla alrededor de mi cuello y me senté en el suelo frente a ella. La observé unos segundos antes de abrirla. La abrí con sumo cuidado y lentitud dejando poco a poco a la vista unos cuadernos desordenados por el movimiento, una pequeña caja con un candado y dos libros un tanto grandes los cuales parecían ser álbumes fotográficos.

Tome en mis manos el primer cuaderno amarillento debido al paso de los años. Por suerte, no había sido víctima de la polilla y sus hojas estaban enteras.

Lo abrí y la primera hoja estaba vacía, la segunda ya estaba utilizada con una especie de carta.




Para: Chan

Como se lastima mi alma y se duele mi corazón al no poder corresponderte.

Cada día te veo y me enamoro cada vez mas de tu sonrisa, tus chispeantes ojos, tus rosados labios, tus redondas mejillas, todo de ti me enamora cada vez más.

Constantemente batallo conmigo mismo, por momentos estoy a un paso de correr hacia tus brazos y corresponder tus sentimientos pero me lleno de miedo y retrocedo. Por cada paso que doy hacia atrás siento como mi corazón es asaeteado y mi cabeza se llena de rencor contra mi mismo.

Perdóname.





La carta era corta, la caligrafía era hermosa y la ortografía excelente. El cuaderno estaba lleno de cartas similares donde el escritor a veces narraba lo que esta persona "Chan" hacía durante el día, algunas eran narrativas y otras poéticas. Hasta que me topé con una de las últimas hojas.



Unidos por el Destino, Separados por el Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora