Unidos por el Destino, Separados por el Tiempo.

Quinto sueño

Una casa similar a la mía. Pintada con tonos ocres, decorada con arreglos de cristal cortado y enormes cuadros con fotografías familiares.

Un calendario colgado en la pared lateral a la puerta, con la hoja del mes de Septiembre del año 1998. El número 13 estaba marcado con una X negra.

Caminé lentamente hasta el comedor que tenía vista hacia la cocina, una elegante mujer iba de un lado a otro cocinando mientras alegaba entre dientes.

—Mira la hora que es y el almuerzo no está listo, todo es culpa de ustedes, no me ayudan en nada. ¡Siempre tengo que estar haciendo lo todo yo! Ni siquiera se dignan a barrer su cuarto o por lo menos ordenar la sala. — dijo la mujer mientras picaba con rapidez alguna verdura. — Son las 2 de la tarde y Chanyeol no ha salido de su mugrosa habitación, ese mocoso de un tiempo para acá se ha vuelto un holgazán; se pasa el día encerrado en su habitación y sólo sale para comer, lleva como 1 semana con la misma ropa, ya debe estar pudriéndose ese suéter gris maloliente. — continuó alegando mientras movía lo que parecía ser una sopa en la estufa.

Se volteó molesta y miro fijamente a una jovencita sentada en una de las sillas del comedor.

—Llama a tu hermano y dile que al menos se lave el rostro y venga a comer. De paso que se eche algo de perfume, huele que apesta. —

La chica asintió dejando a un lado la revista de moda que estaba leyendo, con la cual descaradamente ignoraba los reclamos de su joven madre. Se levantó y subió un graderío  que conducía a las habitaciones.

Le seguí intrigado hasta una de las habitaciones. Un trozo de madera colgaba de la puerta, el cual llevaba grabado el nombre del mencionado Chanyeol.

La chica tocó la puerta y habló. — Chanyeol quítate la mugre y baja a comer, son órdenes de mamá. — sin embargo no hubo respuesta.

Bufó molesta y tocó a un más fuerte. — Chanyeol, ¿Quieres superarlo ya?. Baekhyun murió hace meses, ni siquiera era tu amigo y aún no lo superas. Olvida a los muertos y sigue adelante, de lo contrario terminarás siendo arrastrado por ellos. —

Ya irritada abrió la puerta y entró a grandes pasos.

—Chanyeol ¿dónde estas?. Ay mocoso si te escapaste mamá te dará una tunda…—

Entre tras ella y observe como ella buscaba a su hermano en las puertas del enorme armario.

Mi cuerpo comenzó a ponerse pesado y el ambiente se llenó de una extraña oscuridad.
La chica caminó a la puerta del baño y la abrió.

—¡Dios mío! ¡Chanyeol! ¡Mamá, mamá ven pronto! Oh Dios ¿Qué hago? — exclamó con angustia mientras su voz se quebraba.

Entre al baño, y me quedé estático al ver la bañera teñida de rojo, un cuerpo dentro de ella, del cual sólo se podían ver las rodillas que sobresalían entre el agua y parte de la frente.

Y desperté.