Capitulo 5

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Bakugo

Han pasado varios días, mis compañeros retomaron sus clases, a diferencia de Kirishima, no necesito entrenar con ellos, la decisión es mía, pero aún debo resolver algo.
Mi madre me contó sobre unas sombras que la atacaron durante una misión con otros Elegidos, dijo que fue peligroso y además, esas sombras podrían ser una nueva amenaza, precisamente eso es lo que no he podido sacar de mi cabeza, aunque también hay otra cosa.

"–¿Por qué sacrificar la vida por un dragón?
–No lo sé... quizás me dio pena, no todos son malos, ese dragón estaba perdido... no lo sé, simplemente, sentí que no era justo que muriera por una guerra que quizás no involucraba a ese pobre dragón".

Sigo pensando en lo que dijo Kirishima, él defendió al dragón con su vida, ni siquiera lo pensó dos veces para desafiarme y protegerlo. Debo admitir que su poder es fuerte, nunca pensé que alguien estuviera tan cerca de alcanzarme, es incluso sorprendente, pero aún es torpe manejando el fuego, y aquella vez casi destruye la aldea, fue bueno que apareciera para apagar toda su mierda, no puedo creer que todas esas flamas fueran suyas, es un completo idiota.

Estoy en casa, sentado junto a la ventana mientras miro hacia afuera. De lejos, se acerca mi madre con otros Elegidos, están caminando con algo en las manos. Salto por la ventana y me dirijo hacia ellos, mi madre al verme sonríe. El día está despejado y el sol quema, ella levanta con fuerza lo que trae en las manos, lo muestra y veo que es un colmillo. Me acerco lo suficiente, mi madre me saluda sacudiendo mi cabello y me entrega el colmillo, la miro extrañado, ella señala al resto de Elegidos que vienen subiendo la colina, con cada paso me doy dando cuenta del premio que están sujetando, agrando los ojos al verlo.

Es el dragón que Kirishima defendió con su vida, lo traen muerto y el colmillo que tengo en mis manos, es suyo.

–Fantástico, ¿no crees?, tuvimos suerte de encontrarlo herido, a penas podía volar bien, así que fue fácil matarlo, es grandioso. Explicó mi madre entusiasmada. Ella no parecía importarle lo que había hecho, es lo correcto después de todo, para eso somos Elegidos, aunque algo me inquieta bastante y no logro entender la razón.
–Si. Grandioso– Respondí cortante. Mi madre levanta una ceja y me inspecciona con la mirada, le sorprende que no esté emocionado, después de todo, solía decirle a todos que acabaría con los dragones, pero hace unos días no lo hice, todo porque un idiota me impidió hacerlo, y encima le hice caso.

–Bakugo, tengo que hablar contigo—Mencionó mi madre—Vamos adentro.
–¿Y el dragón?
–Nos dejaremos los colmillos y luego usaremos su piel para algo, ¿por qué te preocupa?
–No, por nada.

Entramos a la casa mientras los otros Elegidos se encargaban del dragón. Me siento encima del mueble, mi madre me hace un gesto de disgusto y cambio a sentarme como una persona normal, ella sonríe. Odio esto, así que hago una mueca.

–¿De qué querías hablar?– Pregunto.
–¿Recuerdas cuando te hablé de las sombras?
–Si, fue una misión peligrosa.
–Fui con mis compañeros al templo sagrado y hablamos con el Gran Elegido, también los más antiguos se presentaron, al parecer, las sombras son obra del Dragón Rojo, el más poderoso de todos.
–Pensé que era una simple leyenda.
–Yo también lo pensé, pero es real, además, el Dragón Rojo a diferencia de los otros, es más aterrador, violento, peligroso y sanguinario, no tiene piedad por nada, si eso es verdad, no me sorprende que haya creado a las sombras para destruirnos más rápido. No olvides que estamos en guerra con los dragones, ellos están avanzando más que nosotros, debemos buscar la manera de hacernos más fuertes y no dejar que ganen esta pelea.

Discretion (fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora