Lo siento, pero me enamoré de ti

Capítulo 11: "Ven conmigo al baile"

(Susan)

- ¡Connor me invito a una fiesta antes del baile de primavera! – le digo a Morgan cuando íbamos de camino a ver como estaban quedando nuestros vestidos, ya que una señora nos había llamado para hacer la primera prueba, por el tema del largo y esas cosas.

- Ajam – me responde mientras miraba su celular.

- Iré con el – miro de reojos a Morgan para ver si reaccionaba.

- Okey – solo asiente.

- Le diré que me gusta, ya le escribí una carta – no había señales de vida en esta persona.

- Que bueno – Morgan al parecer estaba más ocupada con su celular que interesada en lo que le estaba contando.

- Pasemos aquí, tengo descuento – me jala del brazo para entrar a una tienda en donde había cosas de colegio. Abre su bolso y saca una tarjeta y me la ofrece y yo intento tomarla, pero me mira seria – Dime que todas esas estupideces que me dijiste eran mentira –

Vaya, parece que alguien está enojada- No es mentira querida Morgan, es verdad – giro en mis talones y entro a la tienda, mi corazón latía muy rápido y no sabía por qué.

-Solo espero que lo que digas o hagas este bien y no te arrepientas – me dice desde la entrada y yo solo la ignoré y me dedique a mirar las cosas que había a mi alrededor.

- Podemos comprar dos cuadernos iguales – le sonrió ampliamente a mi amiga, para ver si quitaba esa cara de perro en ataque.

- Para que luego cuando abra mi cuaderno diga Zed Connor te amo – rueda los ojos y saca la lengua en señal de desagrado – No gracias, paso – me mira seriamente.

- ¿Estuches? – enarco una ceja.

- Ya tengo –

- ¿Mochila? – le pregunto mirando unas que tenían estampados de flores.

- La última vez cuando llegue a mi casa en mi mochila había un oso de peluche en vez de mi cuaderno, ¿lo recuerdas? – enarca una ceja.

- Y así fue como nos hicimos amigas – junto las manos – Además... era el primer día de clases, tenía que llevar al señor Porqui conmigo – me encojo de hombros sin importancia.

- Ya teníamos ocho años Su, ¿Quién lleva a su oso de peluche a clases? –

- Pues... - comienzo a jugar con un llavero que estaba en una de las vitrinas del local – Tu una vez querías llevar a tu hermano a clases – le saco la lengua.

Se pone roja como tomate – Solo era porque me dijo que los chicos parecían simios sueltos y a mí me dan miedo los simios – se cruza de brazos y desvía la mirada.

-Luego aparecí yo y te dije que los chicos eran buenos, que solo los tenías que conoces y que además... -

- Vivía con dos simios – me mira seria.

- Exacto – levanto mi pulgar – Al principio pensaba que eras una chica rara con dinero, pero luego me di cuenta de que no conocías muchas cosas que una niña a tu edad debería conocer –

- A pesar de que estaba con mi madre en casa en medio de sus proyectos de diseño y que me toco desfilar en una de esas pasarelas y que las chicas se maquillaran mucho o que llegaran con uno que otro chico diferente, para mí era normal, pero cuando llegue a lo que es el colegio en sí, todo cambio – deja salir un suspiro – No quería ser pesada con los demás, pero había estado rodeada por tanto tiempo con gente que se creía superior al resto que era usual que si alguien me decía algo lo mirada con indiferencia -