Lo siento, pero me enamoré de ti

Capítulo 7: "¿Quieres ir al baile conmigo?"

(Susan)

¿Quieres ir al baile conmigo?

Fue lo único que falto para que mi corazón se detuviera por un par de segundos.

Zed: ¿Qué me dices?

Yo: escribiendo....

Zed: No te hagas de rogar querida, yo solo quiero que ese día esas mi princesa, nada mas 😊

Yo: ¿Y no le molestara a Alaska que vaya contigo?

Zed: Ella solo es una amiga, no te preocupes, mis ojos están puestos en ti en este momento.

-Hay Zed – suspiro.

Yo: Esta bien, iré contigo.

Zed: ¡Perfecto! Paso por ti el viernes a las siete.

Yo: Vale 😉

Zed: Adiós, que descanses, hablamos mañana, ahora debo hacer unas cosas.

Yo: Bueno, adiós.

-No lo puedo creer – salto en la cama.

- ¿Qué te paso ahora, por qué estas tan emocionada? –

- Zed me invito a baile el viernes – sonrió y al darme cuenta quien estaba en la entrada de mi habitación, mi sonrisa desaparece – Hola papi – muevo la mano en modo de saludo.

- ¿A quién le has pedido permiso para ir a ese baile? – se cruza de brazos.

- Es el baile de primavera, todo el instituto va – hago un puchero.

- Si vas, yo también debo ir porque los profesores deben cuidar a sus alumnos – toca su mentón – Okey, puedes – me sonríe de lado.

- Si vas, no me andes buscando a cada rato – lo apunto y entre cierro los ojos.

- Tus hermanos te cuidaran, no hay problema – me sonríe.

- Tu ya tenías todo esto planeado – me cruzo de brazos.

- ¿Qué? Como puedes decir esas cosas de tu padre – se hace el ofendido y yo me coloco seria – Esta bien, quizás si lo tenía planeado, un poco, sospechaba que alguien te iba a invitar al baile, pero no sabía quién y asique le dije a tus hermanos que me digieran, pero ellos no sabían nada y como casualidades de la vida vine a tu cuarto escuche que algo pasaba y así fue como me enteré que ese chico tal Zed te invito al baile –

- Ahora confirmo mi teoría que son unos elefantes – murmuro - ¿Y a que venias? – le pregunto cambiando de tema.

- La once esta lista –

- Bien, ya voy, pero creo que me daré una ducha primero –

- Esta bien, te esperamos entonces – me sonríe y se va de mi habitación.