Our Family. [Jaeyong/Doil/Johnyu]

[22.] Al final del día, te lo dije... ERES TÚ.

[actualidad...]

Yuta se había quedado sin palabras.

Johnny se recostó en el gran sofá y se abrigó, como si no hubiese pasado nada.

Una sonrisa traviesa salió del rostro del mayor después de recordarse de lo que le había dicho a Yuta.

Yuta se levantó de donde estaba y salió a tomar aire.

Johnny lo observó.

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-¿Prefieres morir de frío que intentar algo conmigo?- sonaba triste. -Me sorprendes Nakamoto.-

Yuta tenía la mirada baja, no quería hablar porque estaba seguro que descubriría que había estado llorando todo ese tiempo.

-¿Por qué?- preguntó molesto. -¿Piensas que no soy suficiente para ti?- dijo observándolo. -Porque si es así, prefiero que me lo digas ahora, en la cara y prometo dejarte en paz, nunca buscarte, ni siquiera dirigirte la palabra, para que no te sientas incómodo.-

-No es eso.- dijo levantando la mirada.

Johnny se agachó para quedarse a la altura en la que él se encontraba. Colocó sus manos en su mejillas.

-Entonces, ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?- 

Yuta suspiró. -No nacimos para vivir esas historias mágicas de amor.-

Johnny se molestó. -¿Qué intentas decir con eso?-

-Somos muy diferentes, jamás podríamos congeniar.-

Johnny sintió como una lágrima rodó por su mejilla. Rápidamente lo limpió. -Está bien, sabes qué, yo me rindo.- suspiró. -No puedo obligarte a nada.-  se levantó de donde estaba y se alejó de él.

Entró nuevamente a la casa y cerró la puerta un poco fuerte.

Yuta se asustó.

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Johnny se dirigió a la habitación que sabía estaba desocupada. No quería estar cerca de Yuta, el tan sólo pensar en él hacía que su corazón doliera.

Yuta, tardó en entrar a la casa, sentir el aire hacía que se sintiera un poco vivo. Sabía que había lastimado a Johnny, aún cuando eso era lo que estaba intentando evitar. 

Al entrar, no quiso dormir en la sala, quería dejar a Johnny solo.

Caminó hacia la habitación que según él estaba vacía. 

Como la habitación estaba en frente de donde estaba durmiendo Taeyong con su pareja, intentó no hacer ruido y tampoco encendió la luz, pues sabía que Tae era muy sensible y se despertaba con todo, y no quería molestarlo.

Suspiró pesadamente. Y se recostó, cerró sus ojos casi durmiendo al instante. Pero sintió algo moverse a un lado de él, sus ojos se abrieron por la incertidumbre. Tomó su teléfono y con la luz del desbloqueo alumbró a su acompañante. Quedaron frente a frente. Johnny tenía los ojos cerrados, pero comenzó a hacer pequeños movimientos por la molestia de la luz.

Yuta pensó en salir de la habitación y regresar a la sala, pero no quería hacerlo. Ver a Johnny con los ojos cerrados hizo que su corazón latiera más fuerte que nunca. 

Sabía que Johnny quería comenzar de nuevo, pero su miedo y dolor lo había cegado hasta el punto de lastimarlo con sus palabras.

Sus manos se sentían como imanes, quiénes al poco rato subieron hasta su pecho, tratando de controlar sus latidos y sus movimientos.