Our Family. [Jaeyong/Doil/Johnyu]

[13.] Una razón para seguir.

^"¿No lo sé?" ¿Es en serio Johnny?^ pensó molesto. -Ha sido de los mejores contactos físicos en toda tu vida y lo arruinas todo.-

Johnny llegó a casa, notó que el silencio reinaba en ella.

Corrió hacia la habitación de Yuta, una parte de él le decía que debía darle tiempo para pensar, pero otra le decía que debía aclararle que lo que dijo no era lo que quería decirle, que necesitaba otro beso o muchos más.

-Yuta, abre la puerta por favor.- golpeó la puerta de aquella habitación una y otra vez. -Soy un idiota.- siguió. -Lamento lo que te dije, estaba encantado con el contacto de tus labios que olvidé por completo que me estabas hablando, jamás te usaría para algo que sólo un poco hombre haría, te mereces lo mejor del mundo y aunque no sea el indicado, intentaría hacerte feliz.-

-Quiero verte, hablar más, conocerte, quizás sea atrevido, pero también quiero besarte todas las veces que quiera, sentir tu respiración y tu cuerpo como lo hice hoy.-

Doyoung quien dormía escuchó aquella voz y se levantó lentamente para ver a Yuta...

-¿Qué haces aquí?- preguntó al verlo en la puerta con lágrimas en los ojos y escuchando al lunático del otro lado.

-Yuta, dame una oportunidad, hazme compañía.- golpeó otra vez la puerta. -Sé que estoy solo, pero siempre me has interesado, tu forma de ser, el que seas tan serio pero que te dejes llevar por las circunstancias, te necesito en mi vida.-

-¿Qué sucedió?- preguntó confundido.

-Nos besamos.- dijo tocando sus labios suavemente. -Pero él ni siquiera sabía porque lo hacía.- susurró molesto. -Siempre hace cosas y yo termino cayendo en su juego.-

Doyoung suspiró.

-¿Qué quieres hacer?- preguntó algo somnoliento.

-No quiero verlo, ni escucharlo.- habló serio. -Pero mírame aquí, escuchándolo a estas horas de la madrugada.-

Doyoung se levantó y luego le dio la mano a Yuta.

-Debes descansar.- habló serio. -Mañana es el último día de estar todos juntos, aún debemos darle motivos a Mark para que vea que su "familia rara" lo ama, sin importar qué.- dijo sonriendo.

-Daré lo mejor de mí.- limpió sus lágrimas. -Hablando de Mark.- sonrió al mencionarlo. -Hoy se cumple 9 años ¿recuerdas?-

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[Años atrás.]

Jaehyun y Johnny vivían en un pequeño departamento, cómodo para 2 personas, aún si la mayoría de tiempo era habitado por 1.

-Lamento no estar contigo siempre.- habló triste.

-Entiendo.- dijo serio. -¿Cuánto podremos vernos? llevas un mes fuera.-

-Pronto.- habló rápido. -Cariño, mi jefe acaba de entrar.- Jaehyun sabía lo que eso significaba. -Te hablo pronto.-

Jaehyun ni pudo despedirse, pues la llamada había sido terminada por Johnny.

Los meses pasaron.

Jaehyun comenzó a sentirse triste, seguía trabajando en la emisora... lugar en donde de vez en cuando llegaba su esposo con invitados especiales, pero aún con eso, no era suficiente tiempo para fortalecer su relación.

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Doyoung y Yuta comenzaron a vivir juntos, después de haber tenido una pequeña boda al aire libre junto a sus pocos amigos cercanos.

A Yuta le encantaba hacer trabajos voluntarios y a Doyoung le parecía buena idea ayudarlo de vez en cuando.

-Mañana comenzaré en un pequeño orfanato, ¿me acompañas?- habló del otro lado del teléfono.

-Por supuesto.-

-¿A qué hora saldrás de tu cueva?- preguntó un poco serio.

-Cariño, no exageres.- rió levemente.

-¿Exagerar?- preguntó molesto. -Vives en tu oficina, creo que desde siempre.-

-Yuta ¿De nuevo con ese tema?-

El mencionado soltó una lágrima de impotencia, se sentía molesto.

-Quizás mañana vayamos juntos, no es necesario que me acompañes.- habló intentando ocultar su enojo. -Baja cuando puedas.-

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La primera vez que Jaehyun vio a Taeyong fue en el departamento de mascotas de un centro comercial.

Había entrado al lugar para ver a los cachorritos, que se veían adorables desde afuera.

-Pasa adelante, puedes ver a los perritos sin compromiso.- sonrió y Jaehyun sonrió con él.

-¿Buscas algo en especial?- habló al ver que el chico no hablaba mucho. -Son perritos abandonados, queremos que personitas de buen corazón los adopte.- sonrió amable. -Por eso mi compañía decidió ponernos en un lugar como este, para que personas como tú sientan deseos de adoptar.-

Aquellas palabras habían hecho un desorden en su cabeza.

Johnny había dicho que quería niños y que definitivamente adoptarian a un pequeño. Pero... Jaehyun no estaba seguro si eso era una buena idea.

-¿Cuál es tu nombre?- preguntó el joven un poco preocupado. -¿Te hice sentir incómodo?-

El menor negó.

-Sabes.- dijo encontrándose con su mirada. -Tengo el lugar perfecto para ti.-

Jaehyun no entendía a lo que se referia.

-Acompañame.-

Jaehyun no lo pensó mucho, ese día igual que muchos estaría solo en el centro comercial y la idea de estar solo era aburrido.

Entraron a una habitación donde habían varios cachorritos, unos durmiendo, otros jugando, pero había uno en especial que corrió al verlo.

-Mira.- sonrió. -Le gustaste a este cachorro.- dijo mientras acariciaba su pequeña cabeza.

Jaehyun observó al cachorro y se limitó a acariarlo.

-Lamento quitarte tiempo, pero tu rostro me dice que algo no está bien y a mí me gustan las personas felices.-

Jaehyun señaló su dedo anular, donde un anillo brillante se encontraba.

-No, no quise incomodarte y tampoco estoy tratando de coquetear.- sonrió. -Todas las personas merecen ser felices y merecen estar acompañadas de un pequeño ser.-

Jaehyun entendió que el joven hablaba de un cachorrito, pero en su mente fueron sus palabras las que removieron su corazón, por lo que esa tarde salió de aquel lugar decidido.

Ya no quería estar solo, ahora quería adoptar.

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-¿Yuta, puedo hablar contigo?- habló el mayor.

-Dime, Junmyeon hyung.- dijo serio.

-Hace unas semanas llegó un bebé de 3 meses, no se sabe sobre su familia.- sonaba triste. -Es un pequeño ser, cabello oscuro, ojos definidos, labios pequeños y una sonrisa encantadora.-

-¿Por qué no está con los demás?- preguntó confundido.

-Esa es la razón por la que necesito tu ayuda.- dijo observándolo. -Lee Min Hyung.- sonrió mostrando unos papeles. -Es el nombre del bebé.-

Yuta asintió.

-Tiene problemas de salud y necesito que una pareja se encargue de él.- lo observó serio. -He visto que trabajas con tu esposo, necesito que trabajen juntos y cuiden de él.-

Algo dentro de Yuta creció, la emoción que le hacía sentir la sola idea de tener a un bebé en su casa lo hacía feliz, muy feliz.

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