Our Family. [Jaeyong/Doil/Johnyu]

[4.] Preocupado por tus sentimientos.

-¿Y dónde está Doyoung y Moon?- preguntó Yuta mientras subía algunas maletas al carro de Johnny.

-Ellos estaban a cargo de comprar algunas cosas para el fin de semana.- dijo Jaehyun sonriendo. -Nos llamaron para que los esperáramos un poco más.-

-¿Todos vamos a ir juntos?- observó la camioneta de Johnny. -No creo que vayamos a caber ahí.-

-No te preocupes Yuta.- sonrió mostrando sus hoyuelos. -Me encargue de que Johnny eligiera bien el carro y estoy seguro de que todos vamos a entrar.-

-Yo quería dormir en la parte de atrás.-

-Las únicas maletas que llevaremos son las tuyas, de Johnny y de la pareja que aún no viene.- dijo analizando el espacio. -Lo nuestro y de Mark ya está allá.-

Yuta asintió.

-Intentáremos pasar el fin de semana juntos y sin que haya muertos o heridos.- sonrió Jaehyun.

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-Es una decisión difícil.- dijo el mayor, mientras Doyoung lo veía preocupado.

-Esto es decisivo.- Jaehyun limpiaba el sudor de su esposo.

-Piedra, papel o tijera.- Johnny y Yuta gritaron atentos al resultado.

Ambos mostraron sus manos.

Mientras uno gritaba emocionado, el otro se dedicó a llorar porque ahora le tocaba manejar todo el camino... De ida y vuelta.

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-¿Todos van dormidos?-

Su esposo asintió sonriendo.

-Van a sufrir mientras sea el Chofer.- dijo poniendo a todo volumen una canción pegajosa, esa canción que medio mundo escucha y nadie soporta ni siquiera su intro porque se la ha escuchado en todos lados.

-No seas tonto.- dijo Yuta molesto. -No soporto esa canción.-

-Nakamoto Yuta.- Doyoung lo golpeó. -Deja de decir esas palabras en frente del bebé.-

Yuta se quejó de dolor.

Todos los demás taparon sus oídos, Mark en cambio cantaba y hasta hacía algunos pasos de la coreografía. Todos sonrieron al darse cuenta, Mark en serio era el ser más maravilloso que habían conocido en toda su vida.

Después de mucho rato cada uno empezó con algún pasatiempo para no morir de aburrimiento.

Johnny comenzó a "socializar."

-Que lindo es tu novio, Doyoung.- sonrió coqueto.

Doyoung lo fulminó con la mirada.

-Es mi esposo.- dijo tomando la mano del mayor que se encontraba concentrado en el paisaje y le mostró el anillo que ambos compartían.

-Entiendo.- dijo guiñando el ojo.

Taeil lo observó raro y volteó hacia la ventana.

Doyoung sonrió satisfecho.

-¿Cuándo dejarás de molestar a la pareja de otros John Seo?- dijo mientras revisaba su teléfono.

-Cuando dejes de acosar a tu amigo Chino.- dijo molesto.

Yuta lo observó serio.

-Se quieren callar.- la voz de Taeyong hizo que se detuvieran. -Mark está dormido y ustedes pelean por nada.-

-Es culpa de Johnny.- dijo Doyoung.

-No tengo la culpa de que ustedes se molesten sólo porque quiero conversar y hacer amigos.- dijo serio.

-Haz amigos pero deja en paz a Moon.- dijo Doyoung.

-Jamás me metería con la pareja de uno de los padres originales de Mark.- dijo seguro. -Sólo decía que era lindo y es la verdad.-

-John Seo, detente, por favor.- dijo Jaehyun, haciendo que el mayor le obedeciera.

Taeyong suspiró... Sabía que Johnny era muy obediente a su ahora pareja, los años de casados habían hecho que se trataran con respeto y habían creado una base fuerte de seriedad y tranquilidad, algo que no habían logrado ellos después de varios años juntos.

Para Taeyong ser serio era una tarea complicada y darle una vida tranquila a Jaehyun era difícil.

A él le encantaba la aventura y explorar, le encantaba el hip hop y tomar una soda en una tarde de camino a un nuevo lugar; Jaehyun sin embargo prefería quedarse en casa y leer, tomar un café y escuchar música clásica.

En un instante sus pensamientos se tornaron tortuosos y la inseguridad lo hizo sentirse asustado.

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Poco antes de considerarse despierto Taeil escuchó a su esposo reír por algunas bromas de Yuta.

No es que Taeil fuera celoso, pero el que Doyoung pasara tiempo con Yuta le hacía sentirse un poco preocupado.

Sabía que Yuta había sido el tipo ideal de su ahora esposo cuando eran jóvenes... Y quizás la idea de que ambos estuvieran juntos le aterraba.

Doyoung era alegre, ruidoso y le encantaba encontrar a personas con buen sentido de humor, algo que él definitivamente no tenía y que desbordaba en el ser de Yuta .

-¿Piensas casarte?- escuchó la voz de Doyoung.

-Aún no lo sé.- dijo serio. -Ahora sólo estoy conociendo a alguien, pero nada serio.-

-¿Hablas de Dong Sicheng?-

-Sí.- sonrió. -Además hace unos días mi ex se comunicó conmigo.-

-¿Qian Kun?- dijo rápidamente.

Yuta asintió. -Lo recuerdas bien.- Sonaba travieso al hablar.

-Recuerdo que cuando terminaste con él fue que comenzamos a salir.- se mostraba serio. -No quería que salieramos.-

-Lo sé, pero tampoco te hizo daño.- Sonrió.

-Una vez creí que me iba a pegar, pero resultó ser pacifista.- intentaba no hacer demasiado ruido porque su esposo dormía, pero eso le había causado mucha gracia, así que se rió fuerte.

-Es muy tranquilo y un amor.- dijo Yuta acomodándose en su asiento.

-Y...- hizo una pausa antes de continuar. -¿Qué te dijo?- su tono de voz había cambiado.

-Que deberíamos volver.-

-¿Y qué piensas hacer?- sonaba serio.

-No lo sé, a veces me siento solo, no te miento.-

-Es mejor que te sientas solo si lo estás y no que te sientas así mientras compartías los días con alguien.-

La expresión de Yuta cambió.

Taeil escuchaba atento.

-No te eches la culpa, deja de hacerlo.-

-No puedo evitarlo, sé que sólo te recordaré los malos momentos, pero no quiero que me recuerdes como alguien que te dio momentos tristes.-

Yuta sonrió. -Eres un tonto, pero está bien, al contrario siempre digo que fue genial haberme casado contigo, aún si lo nuestro no durara, ahora tienes a ese joven a tu lado y te veo feliz, además yo también soy feliz, el que no me haya casado no quiere decir que me sienta menos dichoso.-

Doyoung sonrió y acarició los cabellos de Taeil.

-¿Cómo te sentiste cuando decidiste casarte de nuevo?- preguntó de repente.

Doyoung sonrió. -Son tantos sentimientos que necesitas compartir y cuando ambos sienten lo mismo, créeme que uno se siente más que dichoso.-

Taeil sonrió... Doyoung realmente había sido el indicado y no se arrepentía de haberle dicho que sí, años atrás...