Descansar en paz

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Shuna Kurenai

Pasaron los meses. Lui se reconcilió con Gabe y su equipo. Ahora tiene bastantes amigos, además de que... bueno...

-¿Hola?- preguntó Lui abriendo la puerta de su casa.

-LUI-KUN!!!- grito Nika lanzándosele encima para abrazarlo.

-Hola, Lui. Perdona la tardanza. Trajimos pan bey- dijo la mamá de Valt con dos canastas llenas de ese delicioso pan.

-Bueno. Parece que estamos listos para la cena, ¿no?- pregunté.

-SI!!!- gritaron Toko, Nika y Valt al mismo tiempo.

-SHU!!! ¿YA ESTA EL ESPAGUETI?

-SI!!!- me respondió desde la cocina.

-Me iré a lavar las manos, Lui.

-Claro. Como quieras- me dijo con Nika en la espalda, ya que ahora Nika lo considera algo así como otro hermano.

Fui al baño y abrí la llave para lavarme las manos. Cuando terminé me dirigí a la puerta pero... estaba cerrada por fuera.

Me dirigí al espejo de nuevo y pensé que podía hacer. Si grito no me escucharan porque la mansión, según Kara, es aprueba de sonido.

Estaba pensando cuando sentí que alguien me golpeaba la cabeza detrás de mi. El golpe fue tal que perdí el conocimiento.

Shu Kurenai

Fui a la mesa con los platos y los deposité frente a cada quien.

-¿Y Shuna?- le pregunté a Lui.

-Dijo que se lavaría las manos. Supongo que ya no tardará.

-Eso espero- dije sentándome al lado suyo -Luinor ya evolucionó, ¿verdad?

-Si. Ahora se llama Nightmare Luinor- me mostró al bey ya evolucionado -es perfecto ¿verdad?

-Si...- Shirayuki se subió de un salto al regazo de Lui y se acurrucó mientras me miraba -hola Shirayuki. ¿Dónde estabas? Desde que llegué no te vi.

-Es que Shirayuki ya se sabe TODOS los escondites que hay en la mansión. Se los aprendió más rápido que yo...

De repente, la luz se fue en toda la mansión.

-¿Qué paso?- preguntó Rantaro tratando de ver algo.

-Calmense. No entren en pánico- dijo Daigo -Kanjo. Ayudamos por favor- en la oscuridad solo se escuchó el maullido de la gata y después se vieron un par de ojos verdes brillantes entre las tinieblas. Los ojos comenzaron a avanzar por la oscuridad -hay que seguirla- asentimos y la seguimos.

En poco tiempo llegamos a la puerta de entrada y la abrimos.

Lui se dirigió hacia la pared y abrió la caja del control de la energía.

-Alguien bajo la palanca de la luz. Supongo que fue alguna mala broma- dijo empujando la palanca para arriba, reaccionando la corriente de energía eléctrica en la mansión.

Volvimos a entrar... o eso intentamos, ya que en cuanto Lui entro la puerta se cerro en nuestras narices, encerrando a Lui y Shuna dentro.

Lui Shirosagi

Un alma mal juzgadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora