En recuperación

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Lui Shirosagi

Soy un suertudo. Shuna me dijo que pospusieron mi batalla contra el Aoi hasta que estuviera mejor.

Ahora me encuentro en mi mansión... en la cama... acostado... aburrido.

Las reglas del doctor: no puedes levantarte, no te puedes mover, no puedes practicar beyblade, no puedes hacer... NADA. Solo me quedo mirando el techo como idiota.

-Ya traje el desayuno, Lui- dijo Shuna empujando la puerta de mi cuarto con la cadera. Traía una bandeja de comida en las manos.

-Entendido...- dije y me quejé de dolor. Las nauseas me atacaron otra vez.

-Tranquilo- dijo acercándose casi corriendo a mi. Puso su mano en mi frente -la fiebre disminuyó. Estarás mejor pronto- se sentó en la cama y tomó de la bandeja un plato de avena. Me dio una cucharada.

-Delicioso- susurré y mis mejillas se calentaron un poco. Amo la comida de Shuna.

-Lo hice para que te recuperaras. Necesitas energias- dijo dándome otra cucharada.

Ken me ha dicho que Shuna se ha estado escapando de su departamento haciéndole creer a Shu que va a su casa a pasar el tiempo con su pareja. Ella en realidad viene a cuidarme... y Ken a veces viene también.

Shuna Kurenai

Lui esta en plena recuperación. Va bien pero aún no puede moverse. Esta desesperado por hacer algo. Esta aburrido... aunque no puedo culparlo. Me ha comentado que quiere tocar el piano lo antes posible.

Debe ser muy importante para el.

Hablé con Naoki. Tenemos una pista. Al parecer el hombre que lo golpeó fue su padre. Abuso doméstico, tal vez... excepto que su padre no vive con el. Debe vivir en el extranjero... pero entonces ¿para que viene a golpear a Lui?. Ha de ser que vive cerca y le gusta torturar a su único hijo. Maldito bastardo.

-¿Que... piensas?- preguntó Lui y no pudo contener una arcada. Ya no vomita pero si tiene mareos severos.

-Nada...

-No... me mientas...

-... bien. Tu ganas- dije al ver su cara suplicante -pensaba en lo que te pasó- me miró con sorpresa -se que el hombre que te golpeó fue tu padre. Yo lo sé- se sorprendió más.

Lui Shirosagi

¿Como lo sabe? Es imposible. Seguramente escuchó cuando lo llamé padre.

-Es cruel hacer sufrir a tu único hijo.

Mi corazón se oprimió y luego explotó en mil pedazos. Su recuerdo apareció de nuevo en mi mente.

ONII-SAN

Después de eso, un auto... ella me salvó. Le debo la vida.

-Tierra llamando a Lui. Despierta. Pregunté que qué pasa- me dijo Shuna.

-No... nada- otra maldita arcada.

-¿Sabes qué? Mejor no hables o empeoraras- dijo levantándose de la cama. Ya me dio toda la avena -voy a salir. Volveré más tarde.

Yo solo asentí y me acomodé para descansar. De mi buró saqué un libro y me puse a leer.

Naoki Minamo

Shuna llegó veinte minutos después de que la llamé. Lui tuvo un recuerdo y el interpretador lo captó y guardo. Quiero analizarlo con ella.

Estamos frente a la computadora listos para ver. Puse el vídeo en marcha.

Se terminó... y yo salí a vomitar. Lo se. Soy de estómago delicado.

-¿Estas mejor?- me preguntó Shuna desde afuera del baño.

-Si...- dije saliendo. ¿Por qué todo lo que le pasó a ese Lui es tan cruel y lleno de violencia o sangre?

-Entonces... Lui tenía una hermana menor...- comenzó.

-Y la perdió- finalicé por ella.

-En serio es muy triste- dijo cabizbaja con los ojos cristalinos.

-Pero... había mucha sangre- dije y me dio una arcada. Volví al baño.

-¿Por qué te pones así con la sangre?

-He sido así desde pequeño. Me da... miedo por así decirlo.

-Ah. Ya entiendo.

Salí por fin y fuimos a comer algo ya que no hemos comido en todo el maldito día y ya son las 3:00 p.m.

Shu Kurenai

Estoy en casa, tratando de dormir. No me siento muy bien. Creo que me resfrié y me acabo de dar cuenta.

Me tomé la temperatura yo mismo. Tenía 52 y seguía subiendo. Creo que en este punto ya debo tener 60 o cosa por el estilo.

Mi vista está algo borrosa y estoy mareado.

-NII- escuché un eco en la puerta, pero cuando volteé a ver, me desmayé antes de poder ver nada.

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Abrí los ojos lentamente. Tenía un trapo en la frente. Vi el reloj de mi buró y eran las 8 de la noche. Afuera estaba oscuro.

-Creí que no despertarías hasta mañana- volteé la cabeza y mi gemela me miraba con una pequeña sonrisa en el rostro. Pude ver que tenia ojeras.

-Estas cansada...

-Y tu enfermo. Te voy a cuidar durante la noche aunque me digas que no- dijo cerrando los ojos y cruzándose de brazos en la silla al lado de mi cama.

-Y luego me llamas terco...

-Somos iguales.

Se quedó dormida sentada en la silla. Después de lo que le pasó a Lui ella se ve más cansada. Me pregunto si le afectó de alguna manera.

Sin más, me acomodé y me dormí con un trapo en mi cabeza.

Un alma mal juzgadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora