«Tú sabías que no te quería. Sabías que no era tuyo.»
Cállate. Cállate. No me tortures más.
Mike sigue sonriendo. Lo hace a pesar de no estar vivo. Yo lo sé.
«No debiste lastimarlo.»
En medio de esa madrugada, Timba se deshizo de su peor enemigo.
Con los dedos temblorosos y manchados de sangre, coloqué la fría muerte sobre mi sien izquierda.
“Mike, te adoro.”
Y disparé.
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adore u // mikemba
Fiksi Penggemar: Por cada una de tus sonrisas, te obsequio una rosa. Timba vive sin saber cómo hacerlo, vagando en el mundo en busca de respuestas y de motivación. El día que sus deseos se manifiestan en forma del muchacho más perfecto que alguna vez ha...