Capítulo 2

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Katie agachó la cabeza avergonzada por el comentario de Lotor y pudo escuchar a Keith inhalar profundamente, exasperado.

-Escucha con atención, Lotor. No te despedí porque me sienta amenazado, honestamente, ¿Porque me sentiría así? No. Te despedí porque eres perezoso, estúpido, incompetente, engreído y traidor. Has dado múltiples impresiones de posibles naves espaciales a Galra Industries. Pasas más tiempo mirando el trasero de mi asistente que en tu oficina. Y si dices otra palabra, yo personalmente te sacaré a patadas, ¿ok? OTRA PALABRA y vas a salir de aquí con una escolta armada, Katherine lo grabará con su teléfono y lo publicará en todas las redes sociales que existen. ¿Es eso lo que quieres ?

Lotor miró a Keith con las cejas fruncidas, mostrando claramente su vergüenza, pero trató de ocultarlo con una mirada de confusión.

El segundo en que Keith se volvió de espaldas, todos los trabajadores volvieron a sus respectivos cubículos actuando como si estuvieran trabajando y no hubiesen presenciado todo el espectáculo.

Katie giró para seguir a Keith, y como si supiera lo que estaba sucediendo detrás de él, Keith se volvió y le lanzó a Lotor una mirada de advertencia antes de girarse de nuevo, cubriendo a Katie.

Lotor entró enfadado a su oficina y comenzó a empacar todo.

-Llama a seguridad y diles que pongan la pantalla de Lotor en mi sala de conferencias.

-Lo haré.

-Y te necesito este fin de semana para que me ayudes a revisar sus archivos y planos.

Katie comenzó a preocuparse, recordando un importante asunto familiar que sucedería ese fin de semana.

-¿Este fin de semana?

Keith, ahora cansado del tono de todos, se volvió hacia Katie y la miró con exasperación.

-¿Tienes algún problema con eso?- Sus ojos púrpuras miraron a los ojos color miel de Katie, asustándola ligeramente.

-No, yo, yo... solo el cumpleaños número 90 de mi abuela, iba a ir a casa y...

Keith puso los ojos en blanco e ignoró a Katie, entrando a su oficina.

-Lo cancelaré. En realidad me estás salvando de un fin de semana de miseria, así que... buena charla, sí.

Katie se detuvo frente a la oficina de Keith, observándolo con enojo, y luego, tranquilamente, entró en su cubículo justo al lado de la oficina para comenzar su trabajo del día.

Después de unas horas, Katie encontró unos minutos de descanso para llamar a sus padres y decirles que no iría a la fiesta de cumpleaños de su abuela.

-Lo sé, lo sé. Díganle a Abue que lo siento, ¿de acuerdo? Mamá, ¿qué hago? ¿Que quieres que haga? Me está haciendo trabajar el fin de semana. No, no soy... no. Escucha, he trabajado demasiado duro como para que este error lo elimine todo, ¿vale? Estoy segura de que papá estará enojado, pero - Katie notó la presencia de Keith y cambió el hilo de la conversación -Nos tomamos muy en serio todos nuestros diseños, nos pondremos en contacto con usted lo antes posible.

Katie sacudió la cabeza con falsa incredulidad mientras giraba la vista hacia su jefe, quien vio a través de la horrible actuación de Katie.

-¿Era esa tu familia?

Katie asintió, Keith puso su mano en su cadera.

-¿Te dicen que renuncies?

-Todos los días - replicó Katie mientras extendía la mano para levantar el teléfono que estaba sonando.

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