Capítulo 6

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A la mañana siguiente, hubo un completo silencio, el único ruido proveniente de la habitación eran los silenciosos ronquidos de Katie. Las extremidades de Keith se extendieron por todo el piso y su camisa se levantó, mostrando un poco de sus abdominales esculpidos. Katie, sin embargo, estaba durmiendo completamente quieta en la posición exacta en la que se había quedado dormida. Hubo una paz total... hasta que sonó el teléfono de Keith.

El repulsivo timbre de su teléfono hizo que Keith se despertara de inmediato, disparándose desde su lugar en el suelo. Keith se incorporó y entrecerró los ojos ante la repentina luz. Una vez que escuchó que el teléfono sonaba por segunda vez, se puso de pie y trató de encontrarlo. Extendió los brazos a través de la cómoda, arrojando todo por todo el suelo. Keith se quedó helado cuando escuchó el fuerte choque de cosas cayendo por el suelo e hizo una mueca cuando el teléfono sonó de nuevo.

Keith miró a Katie.

-Psst. Katherine- Katie se dio la vuelta ante la mención de su nombre, pero todavía estaba medio dormida. Keith lo intentó de nuevo- ¡Psst! ¡Katherine! ¡Katherine!- Katie solo murmuró en respuesta y Keith se tambaleó hacia ella, derribando algunas cosas de nuevo. Keith se inclinó justo al lado de la cara de Katie y susurró- ¿Dónde está mi teléfono?

Katie puso los ojos en blanco.

-Bolsillo derecho - murmuró.

Keith se volvió y buscó su bolso de cuero negro, encontrándolo en la esquina de la habitación. Volvió a tropezar allí, haciendo que Katie gimiera y rodara alrededor de la cama. Keith finalmente lo logró y tomó su teléfono, respondiéndolo de inmediato.

-¡Hola, hola, hola! - murmuró Keith mientras luchaba por pararse- ¡Gutiérrez! ¡Oye! ¿Estás ahí?- Katie suspiró profundamente, arrastrando una almohada a su cabeza y cubriéndose los oídos mientras Keith seguía hablando en voz alta por teléfono - ¿Estás ahí? Mierda. ¡Hola! ¡Tengo un servicio horrible!- Keith luchó por ponerse unos zapatos y caminaba de puntillas, tratando de no tener los pies tan fríos del congelado piso de madera- Dame solo...

Katie, en ese momento, arrojó una almohada a la cabeza de Keith.

-Te lo juro por la mierda... SI NO TE CALLAS EN UN SEGUNDO...

-Espera un momento... - susurró Keith al teléfono ante la amenaza incompleta de Katie.

Keith cerró la puerta rápidamente y caminó de puntillas por las escaleras, hablando simultáneamente con Gutiérrez.

-Escucha, Anthony, sé que estás nervioso y lamento que sientas que te presiono para que hagas la entrevista de CNN, pero... por supuesto. Quiero que seas feliz - Keith puso los ojos en blanco ante el ingeniero inmaduro, pero siguió caminando de puntillas hacia el patio trasero y susurrando al teléfono- Anthony. Anthony. Cálmate, ¿vale? Puedo llamarles. Puedo cancelar. Está bien.

De repente, una mancha de color rojo llamó la atención de Keith pero, por ahora, lo ignoró. Mientras continuaba tranquilizando a Anthony, el borrón rojo comenzó a acercarse y lanzar maullidos. Keith miró al gato.

-Siéntate- el gato hizo lo que se le dijo y Keith siguió mirándolo fijamente - ¡No! No tú, Anthony. Uh, en realidad creo que sería un error retroceder- el gato caminó justo enfrente de Keith y se detuvo justo a sus pies, Keith continuó hablando - Anthony, tu trabajo es genial y la gente merece saber acerca de este esfuerzo científico que ayudaste a lograr, y, ¿Quién mejor para explicarlo que la persona que lo diseñó?

De repente, Keith escuchó un chillido y miró a un árbol cercano. Allí encaramada había un águila con su ojo en el gato. Keith se quedó mirando al águila por un rato, luego al gato.

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