Deseo... [Chensung/MarkHyuck/NoRenMin]

¡Detente Jisung!

Una cabaña en medio del bosque Gyerim, entre arboles y matorrales, allí se hallaba la estructura compuesta mayormente de madera.

El día estaba muy caluroso debido a la reciente llegada del verano, y por esa razón la cabaña yacía con todas sus puertas y ventanas abiertas, además de su interior salían numerosos quejidos de una sola persona, Zhong Chenle.

—¡Maldito calor! ¡Es insoportable!

El rubio estaba tirado en piso con una camiseta ligera y unos shorts cortos, acababan de terminar de limpiar la enorme cabaña, después de dos días enteros sacudiendo y limpiando cada espacio los dos chicos estaban horriblemente cansados. Jisung se mantenía sentado junto al gran ventanal con un abanico en la mano, estaba sudando por cada poro de su cuerpo.

—¡Ya! Ni los chicos se quejan tanto como tú —el pelirrojo tiró al contrario su abanico.—No es mi culpa que tu abuelo tuviera una propiedad sin aire acondicionado en medio del bosque.—bromeó.

Chenle bufó y se rindió, pero eso no quería decir que pararía de quejarse. Se sentó y se dispuso a ver como los pequeños jugaban fuera del ventanal en una pequeña piscina.

Todos chapoteaban y se tiraban agua mientras reían en ese pequeño espacio en el que apenas caían, pero para ellos era suficiente.

—Sungie yo también quiero una piscina.

Jisung rió ante ese comentario porque el rubio había intentado meterse anteriormente a la piscina de los chicos, dandose cuenta que apenas caía en ella.

—Deja de soñar y saquemos a los chicos de allí.—le revolvió el cabello al rubio y se dirigió a la piscina con una toalla en las manos.

Obviamente los pequeños se resistieron a dejar su "Playa", pero Jisung fue más astuto y los asustó con la probable existencia de un tiburón en su piscina.

Aunque no pensó que al pequeño Mark le diera tanto pánico la idea. El chico saltó y gritó desesperado por salir de la piscina, hasta que se resbaló y cayó de cara al piso, rápidamente se sentó y comenzó a llorar escandalosamente.

Jisung no pudo evitar reírse porque todo había pasado en unos segundo y ya tenía a un niño llorando a todo pulmón en el piso

Por fortuna Donghyuck salió con cuidado de la piscina y fue lentamente hasta Mark para brindarle un tierno abrazo.

—Makku los tiburones solo viven en Hawaii, no aquí —Haechan era siempre el indicado para calmar al canadiense, ya que después de que se acercó el pequeño paró de llorar y solo se abrazó con más fuerza a Donghyuck tratando de esconderse en el chico.

Después que Haechan secara las lagrimas de Mark y le diera un besito en la frente el pequeño dio la vuelta para encontrarse con el pelirrojo.

—Jisung hyung, Makku le tiene miedo a los tiburones, eres malo ¡No vuelvas a asustarnos así! —gritó firme.

Por media hora más Chenle se estuvo carcajeado del como Jisung había sido regañado por el pequeño FullSun.

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No habían podido salir aún a buscar su valiosa estrella fugaz, ya que la cabaña yacía rodeada de arboles tan frondosos y altos que era muy difícil ver a través de ellos el cielo nocturno. Ahora no tenían contaminación lumínica pero debían ir más lejos para conseguir ver el cielo.

Por esa razón, Jisung extendió un gran mapa de la zona en toda la mesa y sopló el polvo que había sobre él.

—¿No será este mapa muy antiguo Lele? —preguntó el chico, pasando sus dedos por el rugoso papel.