Capitulo 16

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Omnisciente.

Salió del baño con el pijama puesto para estirarse en la cama observando a su esposa mirarla una vez más con la ceja alzada esa noche, era increíble que aún la morena estuviera despierta debido a que se dormía temprano, pero tenía razones más que necesarias para hacerlo, Lauren se metió debajo de las tapas tomando una respiración profunda para tomar el celular en el velador, desbloqueó la pantalla mirando los diversos mensajes, abrió la conversación con su papá para mandarles las fotos para luego salir y abrir la conversación con Barbara sonriendo levemente al ver la foto de ella con su hija tomando un helado esa tarde, era imposible no extrañar a Barbara y sus conversaciones profundas tomando el café, porque la mujer había sido de gran ayuda el último tiempo, incluso después de que le contó lo que sucedía en su matrimonio, la muerte de su hijo y de alguna forma eso las unió aún más, tenían una gran conexión y por sobre todo una gran confianza, le agradaba estar con la chica en sus tiempos libres porque de alguna forma sentía que todo el dolor acumulado en su cuerpo era aliviado por esa mujer, había encontrado ese alivio en otra persona, soltó un gran suspiro para leer el mensaje de Barbara.

"Ya que no podemos disfrutar del Sol de Hawaii, tomamos helados para sentirnos más tropical."

"jajaj"

"te extraño Lauren, o sea han pasado cosas en estos días que no tengo con quien conversar, al menos que me entienda como tú lo haces".

Lauren sonrió aún más al leer el mensaje, también la extrañaba y las ganas de llamarla por celular para saber que le sucedía crecieron aún más internamente dentro de ella, pero se contuvo porque de seguro Barbara estaría durmiendo a esa hora, volvió a ver la foto con su hija fijándose en lo parecidas que eran, la pequeña era hermosa, Emma tenía los mismos ojos que su madre y cuando sonreían eran Tan parecidas, sin duda el padre de Emma era un verdadero idiota por dejar a esas dos mujeres sin haber luchado por ellas, por preferir el juego y las apuestas debes de su familia, Barbara merecía algo mucho mejor en su vida.

"Déjame confesarte Barbarita que también te extraño, aunque Hawaii está siendo maravilloso sería mejor disfrutar de un café aquí contigo, escuchar todo lo que tienes que decirme, me preocupas, si estás despierta dime para llamarte".

"Tu hija es hermosa."

Camila soltó un bufido de frustración mientras "leía" el libro porque la realidad es que sus ojos estaban puesto en la pantalla del celular de su esposa a su lado que parecía olvidarse por completo de su presencia y los celos crecían en su interior, ¿Por que le tenía apodo? ¿Por que le decía que la extrañaba? No era necesario, estaba bien que fuera su amiga pero eso era ser muy cariñosa con esa mujer, más si veía la sonrisa en el rostro de su esposa, no le agradaba para nada y la sensación que sentía dentro de ella menos, solo quería reclamarle y recordarle que ese día era su aniversario de matrimonio y que ellas debían estar juntas. ¿Como reclamarle algo si ella había hecho lo mismo hace un tiempo? No tenía derecho a hacerlo razón por la que con tristeza apago la lámpara de su lado diciendo un suave "Buenas noches" para acurrucarse sintiendo las lágrimas acumularse en su rostro completamente.

No podía soportar el hecho que por sus errores estaba perdiendo completamente a Lauren, que alguien más la estaba haciendo sonreír de esa manera y que su esposa mostrara tanta preocupación cuando eso solo se trataba para ella, odiaba sentirse lejana, no sentir ni un tacto, ni una caricia, odiaba saber que había sentido atracción por alguien más, odiaba haber tratado mal a su esposa pero por sobre todo odiaba no haberse dado cuenta antes de lo sucedido, porque ahora parecía que todo estaba perdido, y por primera vez pensó que el divorcio era la mejor opción para ambas, porque sabía que no podía ser tan egoista con Lauren, ella la había dañado mucho y quizás Barbara era lo que su esposa necesitaba para ser feliz, alguien que le diera todo lo que ella no pudo darle, y no era para victimizarse pero debía ser realista, amaba a Lauren pero a pesar de amarla la había lastimado y eso le estaba doliendo demasiado, quizás nunca se lo iba a perdonar a ella misma. Fue entonces que un sollozo se escapó de sus labios sin poder controlar las lágrimas porque toda la ilusión que había tenido cuando Lauren beso su frente y tuvo compasión por ella al llevarse a su hija, para luego estar cerca de ella antes que se fuera a la ducha se habían rotos porque Lauren prefería hablar con Barbara antes que con ella, quizás esa mujer era lo que Lauren necesitaba en su vida y ella había quedado solo en el pasado.

Volviendo a sentir, Camren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora