Presidente = ¡¿MASCOTA!?

Capítulo 3

En el transcurso de los siguientes días, Tsunayoshi se adaptó con sorprendente facilidad a su nuevo rol como Presidente del Consejo Estudiantil. Sin ningún evento importante del que tuviera que encargarse, sus responsabilidades se limitaban a hacer papeleo. Mucho papeleo.

Después de horas y horas sentado en su escritorio desde el término de clases hasta el anochecer, revisando, firmando y llenando reportes, sus manos se sentían entumecidas y sus ojos ardían por tanto leer. Y esto era algo diario. Ciertamente el Director había estado ayudando con el papeleo en el tiempo que no hubo un Presidente pero, al tener su propio trabajo que hacer, muchos reportes se habían ido acumulando.

Todos los días, tanto Mukuro como Byakuran le ayudaban a hacer cierta cantidad de papeleo para luego retirarse. Al principio se sintió muy conmovido con la ayuda de sus nuevos amigos, ya que Gokudera y Yamamoto no tenían permitido el ingresar a la sala del Consejo Estudiantil porque no formaban parte de éste. El emotivo momento terminó luego de que Tsuna se diera cuenta, al paso de 10 minutos, que la mayoría del papeleo se debía al mismo trío de estudiantes que gozaban de posiciones de poder en la escuela.

Mukuro gustaba de causar problemas, o hacer "pequeñas e inofensivas bromas" según sus propias palabras, en la ciudad mientras portaba el uniforme de la escuela; a causa de esto, las quejas llegaban directamente a la dirección de la escuela. Byakuran tenía muchas advertencias por la gran cantidad de bolsas de malvaviscos tiradas en la vía pública, además de indecencia por acoso (sí, a Mukuro) en lugares públicos; aún si no fuera realmente acoso, sino sólo su extraña manera para coquetear. Hibari, porque por supuesto no podía faltar, tenía muchos reclamos en cuanto a uso de violencia, daños a propiedades públicas y privadas, chantaje, extorsión y otros delitos menores.

Tsuna aún estaba sorprendido de que ninguno haya sido expulsado ni tenido repercusión alguna por los problemas que daban, o incluso ido a la cárcel, pero tampoco iba a meterse en líos como esos. No quería meter presos a sus nuevos amigos después de todo.

Y al pensar en ellos, era inevitable que cierto hecho viniera a su mente. Hibari Kyouya, Líder del Comité Disciplinario y temido "Demonio de Namimori"... le estaba evitando.

Aun cuando había estado cumpliendo con sus irrazonables demandas de seguir llevando puestas las orejas de conejo y el collar a la escuela. Desde que lo había aprobado como Presidente, no lo había visto en absoluto.

Dando un largo suspiro lleno de decepción, dejó caer la cabeza contra el escritorio, soltando la pluma con la que había estado trabajando y provocando que la pila de papeles a su lado se esparciera por el suelo ante el impacto. Tsuna soltó un quejido de frustración.

-Tsunayoshi-kun, si continúas con esa actitud de colegiala enamorada en lugar de trabajar no acabarás nunca con todo este papeleo.

-Cierto Tsuna-chan, te ayudamos con lo que podemos pero es tu trabajo a final de cuentas, no debemos malcriarte haciéndolo todo nosotros.

El castaño subió un poco la vista, aún recostado en el escritorio, para ver a las otras 2 personas en la habitación. Byakuran estaba felizmente sentado en una silla giratoria, dando vueltas lentamente mientras se acurrucaba con Mukuro, quién estaba sentado en su regazo haciendo algo en su celular. Tal parecía que el peliazul estaba bien con ser cariñoso con el albino, siempre y cuando estuvieran solos o con personas a las que le tuviera cierta confianza.

Tsuna hizo un puchero de fastidio.

-Mukuro-senpai, Byakuran-senpai.- Se levantó del escritorio.- Hace ya 2 horas que dijeron que no podían seguir ayudándome con todos estos papeles porque tenían algo importante que hacer.- Sonrió algo siniestro.- Pero siguen aquí y en esa misma posición.