❥『Free Love • NoRenMin』

❥『SEVENTEEN』

[SAY THE NAME♥]

      ❥『El camino hacia el campo estaba siendo ruidoso, repleto de gritos, carcajadas y el sonido de los zapatos chocando con fuerza contra el suelo. Se podría decir que no eran muy silenciosos. Un poco por delante iban Jisung y ChenLe, y solo se escuchaba su voz gritando lo bonito que era el pelo de Jisung. Por detrás, como casi siempre, iban RenJun y Jeno hablando igual de fuerte que los otros.

   —Buah, tengo unas ganas de emborracharme y tirarme al suelo —gritó Haechan con una sonrisa—. ¡RenJun! ¡Ven aquí!

   —¡¿Qué quieres?!

   —¡Qué vengas, coño!

   RenJun rodó los ojos y se separó unos metros de Jeno hasta llegar a Donghyuck. Este último lo agarró con brusquedad del brazo y lo llevó consigo hasta estar delante de todos, donde no podrían escucharlo.

   —¿Qué haces? ¿Qué pasa?

   Haechan soltó un sonido agudo y golpeó repetidamente el hombro de RenJun.

   —Qué me estoy muriendo, eso pasa. Tío, ¿has visto a Mark? En plan, ¡¿lo has visto?! Es que va guapísimo y yo me quiero morir.

   —¿Me acabas de llamar para decirme lo guapo que está Mark?

   —¿Algún problema?

   —No sé, yo lo veo igual que siempre. ¿Te llamo yo para decirte lo guapo que es Jeno?

   Hyuck lo miró con recriminación.

   —Vale, no ha sido el mejor ejemplo —rió—. Pero aún así, está igual que siempre.

   —Bueno, es que siempre has tenido mal gusto. No sé qué me esperaba de ti.

   RenJun abrió la boca ofendido y chilló un "¡Oye!". Haechan comenzó a reír y finalmente volvieron a juntarse con los otros. Ya apenas les quedaba nada para llegar a la parte de arriba, donde se encontraba una ermita delante de una pequeña placita. Aquella a la que fueron Jeno y RenJun la primera vez que se vieron en persona. Subieron las escaleras y se quedaron en una esquina apartados, justo al lado de una farola. Fueron sentándose en el suelo y entre Mark, quién llevaba dos bolsas, y Jeno que llevaba las restantes las colocaron. ChenLe sacó vasos de plástico de su mochila y le repartió uno a cada uno. Aparte, RenJun había traído vasos de chupitos de colores; por si beber de aquellos vasos kilométricos no era suficiente.

   Estando en círculos, Jeno se apoyó en el pequeño muro que rodeada la placita y RenJun se colocó delante de él, apoyándose en su pecho. Abrieron las botellas de alcohol y de mezcla, y esto noche el camarero fue Mark, lo cual no fue muy buena idea. Cada uno ya tenía su vaso lleno. Habían utilizado el pequeño muro como mesa y ahí tenían comida como bolsas de patatas, galletas, y aperitivos varios en general.

   —¿Hoy vamos a jugar a algo? —preguntó ChenLe, quien no se había quitado la gorra desde que estaban todos juntos.

   —No sé, ¿habéis pensado en algún juego? —alzó los hombros indiferente Jaemin.

   —No, ¿pero sabéis qué sí podemos hacer? Poner música. Le he robado el altavoz a mi hermano —sonrió Jeno—. Decidme qué pongo.

-Qué RenJun no elija qué nos cortamos las venas -comentó Haechan-. Pon algo animado, reggaeton o algo y perreamos.

   Jeno rió y se metió en Spotify desde su móvil, el cual obviamente tenía pirateado, y esperó a que le dijeran alguna canción.

   Tras un par de gritos y unas rondas de piedra, papel, tijera terminó eligiendo la banda sonora de aquella noche DongHyuck. A pesar de lo que había dicho antes, la mayoría de canciones tenían ese estilo retro, pero a la vez calmado y perfecto para una velada nocturna.