❥『Free Love • NoRenMin』

❥『NINETEEN』

      ❥『Jaemin tenía el móvil frente a sus ojos mientras mordía las uñas de su mano libre por su indecisión. Jeno y él habían arreglado todo lo que ocurrió esa fatídica noche, pero RenJun y él no habían vuelto a hablar. No importaba si un día entero no intercambiaban mensajes, RenJun siempre le daba las buenas noches. Pero esos días ni siquiera eso.
   Finalmente decidió hablarle, no podían seguir así. Estaba seguro de que con lo orgulloso que era RenJun no le hablaría en mucho tiempo, mas debía intentarlo.

   Eran las dos de la madrugada, sería el último día que estaría en aquel pueblo, que Mark, Jeno y él estarían en ese pueblo. Tan solo de pensar que iban a vivir todos juntos hacía que su corazón se acelerase.

   En vez de mandarle un mensaje a RenJun, lo llamó. Lo intentó varias veces, y a la tercera fue la vencida. Escuchó a alguien riéndose de fondo y a una chavala hablando.

   —¿RenJun?

   —¿Nana? —preguntó levemente aturidido.

   —Quería hablar contigo, ¿pero dónde estás? ¿Por qué hay tanto ruido?

   —Espera, espera. ¡Haechan, me cago en tu puta madre, bájale voz a eso!

   —¡Qué es mi reina, chaval!

   —¡Qué le quites voz, cojones!

   —¡Esta te la guardo, como la reina del brillo diga algo interesante y me lo pierda por tu culpa!

   —Mira, a tomar por culo, salgo fuera.

   Tras unos segundos, RenJun pareció salir del lugar donde estaba con un portazo. El ambiente era mucho mejor para hablar entonces. Al principio ninguno de los dos decía nada, hasta que Jaemin reunió el valor.

   —Quería pedirte perdón. Por todo. No quiero que dejemos de ser amigos, Injoon.

   —Sí... bueno... y-yo tampoco —unas cuantas lágrimas se acumularon en sus ojos—. Yo... bueno... eres muy importante para mí.

   —Lo sé, tú también. Siento que Jeno y tú... eso. Yo no quería que nada de esto pasara, lo juro.

   —No es tu culpa, ¿sabes? De hecho, eres el que menos culpa tiene. Soy gilipollas. De verdad que todas las noches —comenzó a sollozar—... m-me preparaba tu chat porque no quería que dejáramos de hablar pe-pero es que... Dios, soy un puto egoísta y un orgulloso de mierda. No podía hacerlo sin que tú me hablaras primero.

   —Hey, no llores. Está bien, da igual, déjalo —suspiró, después hubo un pequeño silencio—. Te quiero.

   —Y-Yo también te quiero. L-Lo siento.

   —Qué no pasa nada, en serio. Buenas noches, a ver qué hacéis vosotros despiertos con el volumen a toda hostia a las dos, abe. Qué vais a despertar a todo Dios.

   RenJun rió.

   —Haechan se ha quedado a dormir porque como mañana empezamos la uni. Y mi hermano está encerrado con Yuta, poco le va a importar. Y mis padres siguen fuera, so.

   —Oh, guay —sonrió—. Pues tengo ganas de verte.

   —Same. ¿Cuándo o-os mudáis? —limpió un poco sus lágrimas con el dorso de su mano.

   —En unas semanas o así supongo. Bueno, a dormir, buenas noches. Descansa.

   —Buenas noches, Nana, descansa. ¡Espera! ¿ChenLe se quedará... allí? Hoy hemos hablado con Jisung y estaba mal. Dice que su madre no le dejará salir fuera de aquí cuando empiece el instituto.