❥『Free Love • NoRenMin』

❥『TWENTY SEVEN』

      ❥『Jaemin fue el primero en despertar, sus brazos todavía seguían rodeando a RenJun. De golpe todas las imágenes de la noche anterior le invadieron la cabeza. Se supone que entre Jeno y él había habido algo, pero ambos habían vuelto a besar a RenJun. Suspiró frustrado. En el fondo Jaemin lo sabía, sabía que otra vez iba a ser el que más iba a sufrir. Jeno y RenJun volverían a ser pareja y Jaemin se quedaría solo de nuevo.
   Pensó en lo mal que lo estaba pasando en la universidad, en su situación familiar, en RenJun y Jeno y no pudo evitar empezar a llorar. Cubrió su rostro con sus manos y sollozó en silencio, pero a pesar de sus intentos de no despertar a RenJun, el chico se removió inquieto.

   —¿Nana? —rápidamente se incorporó y abrazó a Jaemin—. ¿Estás bien?

   —Mi vida es una mierda —dijo entre sus llantos—. Joder, no tengo putas ganas de estudiar, siento que estoy desperdiciando mi vida y las dos personas de las que estoy enamorado se quieren entre ellas.

   —Jaemin... yo también te quiero. Cuando estaba saliendo con Jeno había noches en las que me hinchaba a llorar confuso, pensando en por qué me sentía de esa manera contigo si se suponía que yo quería a Jeno, no lo sé. Todo ha sido súper confuso últimamente y no sé qué hacer.

   —Lo sé —Jaemin dejó de llorar poco a poco y finalmente se separó del abrazo de RenJun. Pudo ver que este también tenía los ojos llorosos.

   —¿Crees que deberíamos llamar ya a Jeno? —cuestionó RenJun en un hilo de voz.

   —Si no está durmiendo...

   A pesar de haberlo dicho, los dos se quedaron juntos en la cama. No estaban haciendo nada más que darse mimitos y mirar al techo pensando en lo que les deparaba el futuro. Desde que había empezado la universidad todo había ido en decadencia para ellos y no sabía si realmente tenía algo que ver o el destino hubiese logrado que todo se complicara sí o sí.

   —¿A quién has echado más de menos? —Jaemin sabía la respuesta, pero aún así, quería oírla de RenJun.

   —A Jeno —dijo suavemente—, pero quiero que sepas por qué. De alguna forma sabía que tú y yo volveríamos a ser amigos y que no nos separaríamos, pero con Jeno lo veía más difícil. Sentía que a ti no te había perdido todavía.

   —Y aún así me he quedado último en pedirte perdón —rió amargamente.

   —No es verdad. De los tres eres el que menos culpa ha tenido, Nana. De verdad. Jeno y yo necesitábamos ese pequeño espacio.

   —Yo tampoco soy un santo, RenJun, joder —Jaemin se separó del chino y suspiró con fuerza mientras pasó sus dos manos por las hebras de su cabello caramelo—. Tío, te besé dos veces cuando estabas saliendo con Jeno y no paré cuando me dijiste que no querías, le conté lo que hicimos sin tenerte en cuenta y encima cuando lo dejáis voy yo y me lío con Jeno —estaba temblando y su voz sonaba rota por momentos.

   —Sí, pero yo os mentí a los dos. Te mentí cuando dije que no me gustabas y mentí a Jeno cuando dije que solo estaba enamorado de él.

   —¿Sabes? Pasé varias noches llorando por lo que dijiste. Cuando... bueno, que por qué te ibas a fijar en mí si estaba Jeno —Jaemin sorbió su nariz y ya no trató de aguantar el llanto—. Ahí me di cuenta de que yo no tenía nada que hacer con ninguno de vosotros. Casi lo dejáis por mi culpa y... joder, RenJun. A día de hoy sigo arrepintiéndome de todo.

   —No lo decía en serio —murmuró entre dientes—. No quería creerme que otra persona que no fuera Jeno pudiera llegar a gustarme, Jaemin. No quería admitirlo. Además, te conocía de dos meses. No lo entiendo. Tú no tienes la culpa de nada.