❥『Free Love • NoRenMin』

❥『TWELVE』

❥『RenJun había ido al baño a echarse un poco de agua a la cara. Los calores se le habían subido por todo el cuerpo tras haberse liado con Jeno y necesitaba despejarse un poco. No podía quitarse la sensación cosquilleante de los suaves y delicados labios de Jaemin moldeándose junto a los suyos. Le recordaba más de lo que debería a Jeno, y eso hacía que le entrase ansiedad y miedo. ¿Jaemin le gustaba de la misma manera en la que le gustaba Jeno?

Se quedó mirando su reflejo en el espejo. Ya iba más que borracho, lo notaba en su escaso equilibrio y en sus ojos cansados. Además de ese mareo constante con una mezcla de tristeza y felicidad. Aunque por lo menos ya habían vuelto todos a vestirse.
Se apoyó en la pared y echó su cabeza hacia arriba cruzándose de brazos. Ojalá aquella noche jamás hubiese ocurrido, ojalá jamás hubiese besado a Jaemin. Ojalá. Pero lo hecho, hecho estaba.

Justo cuando parecía haber aclarado sus ideas y había reunido la valentía para salir fuera de nuevo, la puerta fue abierta y Jaemin rápidamente la cerró con su cuerpo. RenJun oyó el click del cerrojo y retrocedió cuando Jaemin le acechó como si fuera un cazador. Lo acorraló en el rincón del cuarto de baño. Sus ojos almendra estaban fijos en sus labios, las pupilas dilatadas y sus propios labios entreabiertos. Le sacaba de quicio, ¿qué estaba haciendo; iba a besarle, a gritarle?
La manera en la cual juntó sus labios fue brusca y repentina. Sus dientes chocaban de vez en cuando y a RenJun le estaba costando mantener el ritmo.

Sus frentes estaban unidas, al igual que sus lenguas se movían desenfrenadas en un popurrí de saliva y sabor a alcohol.

-Te quiero, InJoonnie -susurró Jaemin entre besos. Su voz era muy diferente a la que tenía normalmente, añadiendo lo ronca y suave que era. Los belfos de ambos ya estaban rojizos e hinchados.

-Nana...

Cuando terminaron de besarse, sus respiraciones eran increíblemente irregulares y sus ojos se mantuvieron cerrados. Fue al abrirlos en el momento en el cual RenJun se sintió como la mierda. Había engañado a Jeno.

-No pienses -advirtió Jaemin.

-¿No te das cuenta? ¿Qué he hecho, qué estoy ha-

Jaemin le interrumpió atrapando sus labios con los suyos. RenJun se negó a corresponder al principio, pero finalmente cedió y le besó de vuelta. Na Jaemin era adictivo, como una droga que le estaba conduciendo por el mal camino.

-B-Basta -dijo al borde de las lágrimas.

-Me gusta besarte -sonrió débil y sin carisma-. Me gustas, todo de ti me gusta.

-Es-Esto no, Nana... y-yo... no... -balbuceó entre sollozos.

-Shhh, cariño, relájate. Nadie se va a enterar. Será nuestro secreto. A ti te gusta besarme y a mí me gusta besarte, ¿cuál es el problema?

-¿Jeno? -exclamó incrédulo.

-¿Por qué no te dejas llevar y ya está, joder?

Demandante, Jaemin tomó el mentón de RenJun y volvió a estampar sus labios junto a los ajenos con violencia. Los mordisqueo y pasó su lengua por ellos, sonriendo ladino cuando RenJun empezó a temblar.
Porque era una mala persona por aprovecharse de RenJun, pero ese era el precio a pagar por tener a Jeno, ¿no?

-¿Hyungs...?

Los dos se separaron con tanta rapidez que incluso se hicieron daño. Se quedaron sin aliento y en blanco cuando descubrieron que detrás de la cortina de la bañera estaba Jisung. Jaemin se quedó estático, casi poniéndose de un pálido fantasmal. RenJun sentía su corazón latir como si fuera a explotar y de pronto un pinchazo de dolor golpeó su cabeza.