Capítulo 7: La guerra esta por comenzar. Parte 2.

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   La sombra los miraba detenidamente a través de la esfera de cristal que los vigilaba. Solamente se le lograba ver una sonrisa maniática y psicótica y todo el resto del cuerpo cubierto por un manto negro de sombras que provenían de los arboles.

–Bien –dijo la sombra con una voz macabra–, ya es hora de comenzar con... con... oh, si la muerte.

Rápidamente se levantó y se paró en la rama donde estaba y dio un gran salto en el aire alumbrado por el sol y con su cabello y ropa volando por el aire. Tenia cabello blanco largo que le llegaba hasta los codos, ojos negros con un tono que se volvía un poco gris a medida que iba subiendo, una capa blanca manchada con tanta sangre que hacia parecer que casi era roja, cadenas grandes y rotas en la manos que le cubrían la mitad de ambos brazos y en los pies, que cubrían desde el borde de las botas negras hasta diez centímetros mas arriba, caucásico y con una cara que no mostraba ninguna emoción; de repente cuando aterrizó en el piso se volvió otra vez en una sonrisa psicópata con los ojos bien abiertos y las pupilas encogidas, como si estuviera mirando fijamente a algo.

–Que empiece la... cosa... la muerte... ¡Si! eso –dijo cambiando de una actitud inexpresiva a una emocionada y completamente psicópata, apareciendo y extendiendo unas alas moradas que a medida que llegaban a la punta se oscurecían hasta quedar totalmente negras.

La primera victima fue Okurumi quien estaba descansando en un montón de grandes escombros de roca que cayeron de una montaña.

–¿Cuál es la cantidad de Arcangelist que ha habido? –le pregunto Okurumi a Aurora.

–A parte de ustedes solo ha habido tres más, y no pudieron sobrevivir a los ataques.

–Cayeron muy fácilmente.

–Si.

–La verdad no veo ninguna diferencia entre ellos y ustedes –dijo la sombra volando en el cielo con sus alas.

–¡Un ángel de la oscuridad! –gritó Okurumi levantándose de los escombros.

–Rápido. Hay que hacer la fusión.

–Si –dijo haciendo un movimiento rápido y uniendo el dedo meñique con el de Aurora y apretando el del otro, como si quisieran hacer una cadena. Rayos salieron de ambas manos y empezaron a brillar–. ¡Arcangelist! –gritaron ambas al mismo tiempo.

Aurora se fue difuminando volviéndose casi totalmente transparente y sin siquiera mover un musculo, fue atraída hasta Okurumi y entró en ella. Dentro del cuerpo y la mente de Okurumi estaban las dos. En un espacio totalmente negro, sus dos cuerpos estaban sin ropa pero brillaban fuertemente y lo único que se distinguía bien eran los ojos que tenían. Ambas tenían los brazos cruzados en forma de ''X'' desde las caderas encontrándose en sus pechos y colocando las manos en los hombros del lado contrario –esa es exactamente la forma en la que todos los Arcangelist se fusionan tanto en la parte física como mental a excepción de la unión de las manos, cada uno tiene una forma diferente. Los hombres que se fusionaran ya sean con mujeres colocaban adentro de la mente los brazos cruzados de forma normal y todas las mujeres que se fusionaran en la mente colocaban los brazos en forma de ''X''.

Okurumi sacó rápidamente el cetro de su funda y corrió hasta él. Rápidamente acercaba la punta afilada del cetro hasta el individuo y fallaba cada una de ellas haciendo que retrocediera mientras esquivaba los ataques y colocándolo contra la pared, como movimiento seguido decidió clavarle con fuerza la punta afilada del cetro en la cabeza, pero se agachó el ángel de la oscuridad haciendo que se clavara su cetro en la pared de roca donde estaban.

–Demonios –dijo intentando liberar el cetro.

De inmediato sintió que una sombra la tapaba desde la espalda cubriéndola casi por completo. El ángel estaba detrás de ella y ni siquiera vio cuando salió de su rango.

Arcangelist {#EDreamsAwards}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora