Capítulo 6

28.5K 2.6K 707
                                    

—Voy a quedarte un poco mal, la verdad es que Kate y los demás están adentro. Pero ya saldremos solos en otra ocasión — Luzbel ha aceptado acompañarme a la fiesta de esta noche, dijo que lo habíamos dejado pendiente desde antes de que se fuera.

—Esta bien, no importa.

La puerta de la fraternidad está abierta, algunos salen, otros entran, muchos más se quedan parados ahí. Este es el peor lugar de todos.

Paso con dificultad entre no sé cuántas personas, algunos intentan cederme el paso, pero esta noche en particular está a reventar la casas.

—Míralo por el lado bueno — hablo una vez que hemos pasado la entrada —, lo peor se ha quedado atrás...

—Hay demasiados humanos aquí adentro.

—Bueno, ¿qué esperabas? ¿Ángeles?

—Sólo esperaba un poco menos de personas.

—Estás en una fraternidad un viernes, no puedes esperar menos personas.

—Hey chica Sellers, ¿cómo estás? — Tyler me saluda poniéndose frente a mí. Se ve más sobrio de lo normal y para mi sorpresa tiene una botella de agua en la mano.

—Bien, amm... ¿estás tomando agua?

—Para nada, es vodka, mi hermana vino hoy y después de mi congestión de la semana pasada tengo prohibido tomar...

—Entiendo... ¿sabes dónde está Kate?

—Sí, está en la cocina con sus amigos.

—Gracias, suerte con tu vodka...

—Por supuesto.

Me sigo de largo en dirección a la cocina, no me sorprende que ya haya bultos tirados en el piso, aunque para esta hora creo que son demasiados.

La sala queda al descubierto, doy una ojeada rápida y sigo mirando al frente, pero ahí está. Sentado en el sofá individual, con quien sabe cuántas chicas a su alrededor, una sentada en cada brazo del sillón, otras tantas en el piso frente a él, y una sentada en sus piernas. Así es, en sus piernas.

Maldito descarado, estoy harta de sus caprichos tontos.
Sé que yo me fui con Luzbel hoy, y lo dejé ahí en la escuela, pero vamos, busca pretextos para hacer sus idioteces.

Cuando hacemos contacto visual me doy cuenta que estuve mirándolo todo este tiempo y ni siquiera me había dado cuenta.

—Te aseguro que a él le enferma más que a ti — me susurra Luzbel al oído al tiempo que me rodea la cintura con una mano.

—Sí, de eso no hay duda — contesto girándome sobre mis propios pies, quedando de frente a él.

Luzbel parece sorprendido de primera instancia, me mira a los ojos y luego ve mis labios, podría jurar que estamos a punto de besarnos, pero simplemente no lo hacemos. Vuelvo a darle la espalda y continúo caminando los pocos metros a la cocina.

Siento la mirada de Aaron clavada en la espalda, pero obligo a mi cuerpo a seguirse de largo sin prestarle importancia. Si él está rodeado de chicas no tengo por qué inmutarme siquiera.

—Pensé que no vendrías — habla Brian en cuanto entro a la cocina —, vaya... ¿Luzbel?

—Hola — saluda éste.

—¿En serio? Estás aquí... pensamos que no volverías... — Jason se para de la silla y va hacia nosotros, me abraza con fuerza y le dedica una sonrisa a Luzbel.

—Lo siento — se disculpa Kate mientras se pone frente a nosotros, no entiendo por qué se está disculpando.

—¿Por? — pregunto entonces, justo un momento antes de que golpee a Luzbel —, por eso, claro.

Vuelve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora