Todos nacemos siendo totalmente inocente a la vida, a menudo que vamos creciendo nos vamos nutriendo de información, hasta cierta edad donde tu mimo eres el responsable de la información obtenida de tu entorno. Después que pasamos esa etapa, tenemos el privilegio de poder oír, decir, andar, buscar, lo que queramos, por ende todo lo que pienses y hagas corre bajo tu responsabilidad, tu actitud y tu pensar es la gasolina de tu vida, lo que reflejes será el motor al éxito. Solo tú eliges si quieres vivir siendo un mediocre o ser una persona importante, de alto rango en la sociedad.