"Aprende a valorar lo que tienes antes de que la vida te haga añorar lo que tuviste."
Laura G.
Valorar lo que tienes no es sencillo en un mundo donde parece que siempre debes buscar más. La mayoría está enfocada en todo lo que no tiene: en lo material, relaciones interpersonales y la ideal. Aspiramos grandes cosas, pero olvidamos que nuestra vida nos ofrece pequeños regalos que otros desearían. Hay más gente preocupada por contar todas las cosas que le faltan que por disfrutar lo que la vida les da.
¿A qué cosas prestas en tu vida? Muchos se concentran y añoran objetos materiales que parecen brillantes en la distancia pero que una vez que los tienen no aportan nada. Muchos padres se preocupan por darle el mejor videojuego a su hijo, el play último modelo y se olvidan de compartir con ellos. Otros se encargan estar todo el día en la computadora trabajando y no se ocupan de cuidar de ellos. Hay un sinfín de actividades que dejamos atrás por creer que no tenemos nada, cuando ya lo tenemos todo.
Valorar lo que tienes significa aprender a ver aquellos pequeños momentos que no podrías comprar ni con un diamante. Estoy segura de que si prestas un poco de atención descubrirás muchos de estos tesoros. Como por ejemplo; un hogar donde dormir cada noche, alimentos, salud, amigos, amor y familia. Que puedes hablar, caminar, ver, reír. Que puedes trabajar, que tienes que comer cada día, quizás si tienes un perro y se emocione cada vez que te ve llegar. Puede que te parezca que son cosas básicas y que no hay nada que valorar en ello. Piénsalo otra vez: ¿Cuánta gente hay en el mundo que no tiene todo esto? Valorar lo que tienes no es solo agradecer que tengas cosas materiales. Valorar lo que tienes implica agradecer los momentos y recuerdos que nacen alrededor de tu existencia: la cena con los amigos que recordarás cuando seas anciano o el plato de avena que te recuerda algún momento feliz de la infancia. Aquel abrazo de mamá, papá, de tu hijo. Aquella noche de amor con tu pareja, aquel ascenso en el trabajo, la vez que te regalaron a tu mascota, cuando escuchas música y te acuerdas de algún momento en especial.
¿Cuándo fue la última vez que te detuviste y con plena consciencia por lo que tienes? Así como cada día te tomas tu tiempo para ducharte y lavarte los dientes, debes destinar un momento para valorar lo que tienes. Piensa en todas las cosas que has logrado, en lo que tienes y en quien está a tu alrededor, en aquel que te apoyo. Incluso el día más difícil o desagradable mejorará cuando aprendas a agradecer. Lo común es pensar en lo que hace falta y deseamos, pero si aprendes a dar este paso cada día atraerás la gratitud a tu vida. Si tienes la oportunidad y te apetece hacerlo, escribe todas las cosas que tienes para agradecer, o escribe algo que te haya hecho feliz en el día y al final de mes, lees todo de nuevo y das gracia por ello. Así, el día que te sientas triste o deprimido puedes revisar esa lista y valorar lo que tienes. Esto hace que continuar en los días grises sea más fácil.
Quítale valor a las cosas sin importancia. Me sorprende cómo algunas personas se todo el tiempo de las cosas triviales. Hacen un drama por tener que esperar en la fila del banco y se enojan cuando pierden el autobús. Seamos sinceros, algunas veces olvidamos valorar lo que tenemos por enfocarnos en circunstancias sin importancia. Son situaciones que llegan a parecer más graves por el tiempo que les destinas en tu mente, que por los resultados reales. Darle tanta atención a estas experiencias te aleja de lo que sí es importante. ¿Has pensado que enojarte por tener que esperar 20 minutos en la fila del banco te da la oportunidad de pasar ese tiempo con tu hijo? Cambiar el chip y ver las cosas desde otra hace que la vida sea más llevadera. Desde luego que a nadie le gusta llegar tarde al trabajo por haber perdido el autobús, pero estoy segura que puedes sacar algo bueno de ello. La diferencia radica en lo dispuesto que estés a ver lo positivo de cada circunstancia en lugar de lo negativo. Además recuerda siempre que no hay mal que por bien no venga.
¿Y si no tuvieras tu vida? Es común escuchar que solo valoramos lo que tenemos cuando lo hemos perdido. Suena muy fácil de entender, ¿no? ¿Qué pasaría si de verdad perdieses todo lo que tienes? Por un momento cierra los ojos e imagina que toda tu vida cambia por completo. De pronto te quedas sin casa, te es imposible conseguir alimentos y no tienes a nadie en tu vida. Sin dudas es un panorama desalentador, pero recuerda que hay mucha gente en el mundo que vive bajo estas circunstancias. Valorar lo que tienes no es algo superfluo. En realidad es un acto revolucionario en el mundo tan materialista en el que vivimos. Pero justo es esta forma de ver la vida la que te puede ayudar a ser más feliz.