"La verdadera felicidad es disfrutar el presente, sin la ansiedad dependiente del futuro"
Lucius Annaeus Seneca.
Un publicado en , indica que las personas pasan divagando un 47% de su tiempo, lo cual implica una constante ausencia del presente, de las decisiones que tomamos, de los momentos memorable y luego nos preguntamos ¿Cómo fue que llegó navidad tan rápido? ¿Cómo fue que todo esto sucedió este año?
Uno de los factores más relevantes para la felicidad, es estar enfocado en el hoy, abrazar el momento presente, tener conciencia de lo que nos rodea, y de cada sensación que vamos atravesando ahora, ya, en este instante. El pasado no está, ya no cuentas con el ayer, menos aún con el futuro. Lo que tenemos es el presente, y es lo que debemos aprender a vivir.
Si uno piensa esto dos o tres veces, suena hasta de poco sentido común, querer experimentar o vivir algo que ya no está, o inclusive fantasear o preocuparse por cosas que ni siquiera aún han ocurrido, pero es así como, aparentemente, se nos pasa la vida. Por eso la nostalgia pesa tanto, por eso tantos arrepentimientos, tantos miedos sin sentido ¿Por qué seremos tan insensatos y nos privamos del hoy? Hoy tienes salud, ahora estas tomando un café caliente, riquísimo, ahora estas abrigado, ahora el sol da en tu cara y puedes respirar, ahora tienes una pareja que te acompaña, una amiga que te llama, un jefe que te alienta, hoy es hoy. ¿Mañana tendremos esas cosas aún? No sabemos, pero con certeza, vivir pensando en el pasado, o preocupados por el futuro, nos sacan de la vida que tenemos hoy, que es quizás la vida que nos puede hacer feliz, pero con tanto ruido, no podemos darnos cuenta.
Otra actividad es realizar alguna actividad física en el día, cambia el día. Si estabas cansado, estarás con más energía, si estabas preocupado, estarás menos tenso, si no te gustaba tu cuerpo, te gustará más. Inclusive, si sufrías de insomnio, podrás relajarte y conseguir el sueño, lo cual nos permite además tener mejor humor, estar más lúcidos y localizados. Claro, me imagino que en un día frío, o luego de una jornada agotadora, es más fácil quedarse en el sillón, "relajándonos" con un café, mirando una serie o leyendo un libro, lo cual no está para nada mal, el caso es, que elijas hacer SIEMPRE eso. Para aquellos que necesitan cambiar de una vez por toda la energía del día, un café, una cerveza, un sillón, no devuelve nada positivo, ejercitar es el mejor antídoto.
Aunque en un principio cueste juntar coraje para salir a caminar, correr, andar en bicicleta durante una mañana helada, o una tarde de mucho calor, o una noche, luego de resolver todos los problemas de un día agotador, si finalmente te animas a hacerlo, la sensación al regresar a tu casa, va a ser fantástica, te lo prometo. Te sientes más fuerte, más vivo, más sano, más poderoso, porque has logrado hacer algo que no habías pensado que ibas a poder hacer. Es un paso más de superación personal. Inténtalo, es parte de este hermoso trabajo diario de ser más feliz.
Vivir el presente, aquí y ahora. Nuestra mente está predeterminada a pensar siempre en el futuro y siempre de una manera negativa, esto es así porque nuestra mente está programada para sobrevivir, no para ser feliz. Debemos modificar esta programación pensando solo en el presente, no estar centrado ni nostálgicamente en el pasado ni vivir angustiosamente la incertidumbre del futuro.
Practica la gratitud. En este punto, es dónde más cómoda me siento, porque realmente nunca me ha fallado la acción de dar gracias. No sólo dar gracias a personas, sino a la vida, al universo, o al Dios en el que crees. Es como que mientras más agradecido uno es, la vida te retribuye con más de eso por lo que agradeces.
El acto de agradecer, es también una correlación de estar focalizado, de vivir el ahora, es un acto del presente, de estar viviendo tu vida hoy, porque está tu conciencia en cada una de las cosas que te están sucediendo, y en lo que tienes. Parece tonto, pero para mí es fundamental agradecer tener todas mis extremidades: dos piernas, dos brazos, dos orejas (eso no es una extremidad pero me siguen con la idea), y cuando lo hago, automáticamente siento un alivio y felicidad de que cada cosa está en su lugar y que si quiero puedo salir a correr y ser libre por una hora. Puedo ver, puedo oler, puedo escuchar, puedo degustar los sabores del mundo, puedo sentir la textura de las cosas. Y eso realmente no tiene precio. ¿O no les ha sucedido de golpearse una pierna o quemarse un dedo, y que toda la rutina del día se vuelva un "infierno"? Por eso, no dejes de agradecer.