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Lauren.

Lauren...

Escuché la voz de sorpresa de Camila quien cerró los ojos un par de veces para acostumbrarse a la oscuridad de la habitación. Cuando vi que ella estaba lo suficientemente despierta me lancé tomándola en un abrazo que ella demoró un poco en corresponder, pero termino haciéndolo.

Las gotas de agua que escurrían de mis cabellos mojados la incomodaron por lo que me aparté de ella. Apenas y llegue al departamento me di un baño rápido para quitar cualquier rastro de alcohol, tabaco y mujeres que trajera conmigo,  Camila no se merecía tener aquel horrible aroma y la respetaba completamente.

–¿Por qué estás mojada?–Ella me preguntó frunciendo el ceño. Yo solo le sonreí grande, no sabía cuánto había extrañado tenerla así de cerca hasta este momento.–¿Estás borracha?

–¿Qué? ¡No! ¡Claro que no!–Respondí rápidamente alejándome de ella tome una toalla para secarme el cabello.

–¿Estás segura?–Camila volvió a insistir sentándose en la cama.

–¿Porque lo dudaría?–Ataque viéndola fijamente y ella agachó la mirada, yo sonreí al ver su reacción.

Aproveche aquel momento para escanearla y saber si estaba todo bien, en ese momento me di cuenta que ella solo tenía un enorme blusa holgada como pijama y suponía que sus bragas debajo, lo que provocó que tragara saliva.

Deje la toalla en la silla que había cerca  y me encaminé a la cama sentándome justo frente a ella. Tome su barbilla en mis manos provocando que alzara la mirada y fue cuando nuestras miradas se conectaron de nuevo.

–¿Qué hora es?–Camila susurro bajo,  un poco nerviosa por la cercanía que teníamos.

Negué con una sonrisa estirándome para tomar  mi móvil y ver que apenas eran la 1 am, le mostré la hora y ella frunció el ceño extrañada.

–¿Se acaban tan pronto las fiestas por aquí?–Preguntó y yo negué.

–Técnicamente apenas iba a comenzar lo bueno.

–¿Y por qué te fuiste?

Yo me encogí de hombros al escuchar su pregunta. Subí la mira al techo pensando en si debía decirle la verdadera razón o no. Tampoco sabía muy bien si estaba preparada para decirlo en voz alta, y mucho menos para aceptar el que me pasaba, el porque no había podido alejarla de mi mente ni un solo minuto en el que estuve en aquella fiesta improvisada. Mi mente estuvo demasiado ocupada con la imagen de ella observándome marchar de la biblioteca.

–Porque no quería estar allí.–Respondí. Decidí no arriesgarme y darle una verdad a medias.

Puse un dedo en su boca callando cualquier cosa que fuese a preguntar. Ella lo noto y solo se quedó en silencio mirándome directo a los ojos. Subí mi mano acariciando su mejilla con mi dedo pulgar. Camila cerró los ojos disfrutando de mi caricia, yo aproveché para acercarme más a ella hasta sentir que nuestras respiraciones chocaban.

–¿Me has extrañado?–Murmuré bajo y ella asintió, rápidamente tome sus labios en un beso necesitado.

Ambas suspiramos cuando nuestras lenguas se encontraron. Cerré los ojos sintiendo como Camila subía sus manos tomándome de la nuca para acercarme todo lo posible a ella. La tome de la cintura empujándola sobre mi.

Jamás pensé que dejar de verla técnicamente por una semana provocaría en mi esta sensación de alivio al sentirla cerca de mi y besarla de aquella manera.

Baje mis labios a su cuello succionando un poco solo para darle placer, pero no lo suficiente para dejar una marca, ella era una dama y no se merecía tener aquellas marcas visibles para los demás.

Expectations [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora