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Camila.

Debía decir que me encantaba la pequeña sonrisa que me deba Lauren al despertar, la bonita manera que tenía de tomarme de la mano cuando vamos por la calle, su manía de tomar mi barbilla entre sus manos para que la mire a los ojos pero... todo eso no lo tenía desde hace unos cuantos días.

Dinah se había cansado de preguntarme qué es lo que me pasaba, pero, ¿Cómo le decía que extrañaba a mi esposa ficticia? Algunas veces me sentía demasiado mal al saber que le escondía información importante de mi vida, nunca lo hice y ahora a petición de Lauren le guardaba secretos.

Secretos que no quería que me costaran mi mejor amiga.

Sin embargo yo nada podía hacer, a Lauren le causaba cierta incomodidad que los demás se enteraran de "lo nuestro" pero, ¿Qué es lo nuestro? ¿Qué es lo que realmente teníamos? Negué levantándome del sofá para ir a mi habitación la que en realidad es de Lauren, aquella habitación que está llena de su aroma que me hacía más melancólica la espera por ella.

Yo ni siquiera sabía que rayos había hecho mal para que ella se fuera de un día para otro. La mañana siguiente del día que fuimos a Japanese Garden ella ya no estaba y desde ese día no la he vuelto a ver, ni siquiera por los pasillos de la universidad.

Mi teléfono sonó por lo que contesté viendo que se trataba de mi madre.

–Hola hija, ¿Como estás?–Escuche el tono de voz alegre de mi madre y no pude evitar que se me llenaran de lágrimas los ojos.

–Bien, muy bien.–Me obligué a responder de la manera más alegre que pude, aunque por dentro sintiera un nudo en la garganta formándose.

–Eso está muy bien, ¿Qué tal tus clases en la universidad?–
¿Mami, mami con quién hablas?

Escuché a lo lejos la voz de mi hermanita sofi, dios la extrañaba demasiado, negué al caer en cuenta que no podría fingir, no con ella.

–Es Mila, ¿Quieres hablar un poco con ella?–Mi madre le pregunto y yo volví a negar.

–Mamá estoy un poco ocupada con tareas que debo entregar mañana.

–Oh.–Mi madre dijo apagándosele la alegría y estaba segura que también la sonrisa.–Entonces te dejamos terminar hija, te llamo en otro momento.

–Si mamá y perdóname, de verdad lo siento.–Dije conteniendo las lágrimas.

–No te preocupes, nosotros entendemos, ¿Estás segura que estás bien?–Me volvió a preguntar y yo negué pero me obligué a responder afirmativamente.

–Si mamá, todo bien, solo es el cansancio de la facultad, es un poco más difícil de lo que creía.

–Tranquila hija, yo confío en ti y se que puedes con eso y más, solo confía un poco mas en ti misma, siempre te lo he dicho.

–Lo sé mamá, gracias tratare de hacerlo.–Respondí sintiendo como una lágrima recorría mi mejilla.

–Está bien, hablamos después, cuídate mucho.

–Lo haré, adiós.

Termine la llamada lanzando el móvil lejos recostándome en la cama sintiendo lo miserable persona que había sido, deje que escaparan libremente mis lágrimas, no podía sentirme mas sola, no podía irme peor, primero Lauren y ahora esto, era demasiado para una sola persona.

Escuché unos pequeños toques a la puerta. Subí la mirada encontrándome con Dinah quien me miraba seria como pacas veces lo hacía.

–¿Estás bien Mila?–Me preguntó cuidadosamente. Yo no respondí dejándome caer de nuevo a la cama.–Quiero decir, es obvio que no lo estás, nadie llora por nada.

Yo sonreí un poco debido a su ingenioso comentario. Dinah camino hasta sentarse a un lado de mi. Comenzó a acariciarme el cabello y yo subí mi cabeza a su regazo.

–¿Quieres hablar?–Preguntó en voz baja.

Yo negué, era suficiente con que ella estuviera cerca de mi para consolarme, aunque quisiera que fuese otra persona, green. Pero ella no estaba aquí y sonaba como una persona mal agradecida. Volví a negar aferrándome a Dinah quien sonrió un poco mirándome.

–Me ayudas solo estando aquí.–Logre decir limpiando con mis manos los rastros de lágrimas.

–Para eso estamos las mejores amigas, ¿Sabes?–Dinah dijo continuando con sus caricias en mi cabeza cosa que provocó el sueño en mi.

–Ya es un poco tarde, ¿Quieres cenar? Podemos pedir lo que tú quieras.–Sugirió de manera animada pero yo solo quería dormir para olvidarme un poco de toda mi miserable vida.

–No tengo hambre, solo quiero dormir.–Conteste y ella asintió entendiendo.

–¿Quieres que te acompañe un rato más?–Asentí de inmediato no soportaría seguir sola.–Está bien, acomódate bien.

Yo me incorporé y tome un lugar en la cama, ella se quitó los zapatos tomando el otro lugar pero abrió sus brazos a mi y me lance a ella, siempre era un alivio tener a mi mejor amiga conmigo y lo recalcaba cada momento como este.

–¿Sabes algo de Lauren?–Se me escapó de mi boca aquella pregunta. Dinah bajo la mirada frunciendo el ceño ante la pregunta y mi nerviosismo apareció.

¿Cómo podía ser tan estúpida?

–No. ¿Por qué la pregunta?–Dijo y sabía que no lo dejaría ahí así que debía de ser inteligente.

–Estoy un poco preocupada, en dos días tenemos cita con la terapeuta y estoy segura de que ella se presente.–Respondí con un rostro lleno de preocupación cosa que convenció a Dinah.

–Ella se presentará, lo prometo.

–Suenas muy segura.–Dije y vi a Dinah mirar a otro lado un poco nerviosa.

–Sólo lo digo porque ella es una persona responsable, ya sabes, la conozco más que tú.–Respondió y yo no volví a preguntar nada.

Ella tenía un buen punto, yo no conocía a Lauren tanto como ella, quería creer en lo que Dinah me dijo pero algo me decía que había mas, como el hecho de que seguía estando sin una respuesta, ¿Dónde había estado Lauren todos estos días? Si Dinah tampoco la había visto era demasiado, ellas son mejores amigas y se supone que las mejores amigas saben todo de la otra, algo no encajaba. Recordé a la novia de Lauren y sentí que se me revolvió algo al pensar que estuvieran juntas este tiempo y yo como una idiota en depresión, Lauren era demasiado cambiante y aunque quería creer que solo se debía por la costumbre de vivir con ella sabía que era una gran mentira.

Cerré los ojos teniendo presente en mi mente lo convincente que sonó la respuesta de Dinah, pero estaba demasiado cansada para analizarlo, y estaba demasiado ocupada tratando de dejar los celos que sentía debido a mis pensamientos de Lauren con Lucy.

Quizás si hubiera prestado más atención lo habría sabido.

Quizás si hubiese indagado más no me habría tomado por sorpresa todo aquello.



....
Disculpen la demora.

Nunca se olviden de sonreír:)

Expectations [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora