Only you; DubChaeng

~11

Pov Dahyun

Quito mi mirada de ella ya que me di cuenta que la estoy incómodando, sigo husmeando en el cajón para conseguir un uniforme limpió, entonces me siento a su lado y la miro -aquí está uno de mis uniformes... Espero te queden- Chaeyoung me mira y me regala una dulce y sincera sonrisa, todo en mi se revuelve como si me fuera a morir, estas sensaciones son nuevas para mi y admito que tengo miedo -Gracias, realmente estoy en deuda contigo- Chaeyoung da una pequeña acaricia a mi brazo, eso hizo que por todo mi cuerpo se sintiera como una corriente de electricidad - No hay de que... Estare para lo que me necesites- mantenemos contacto visual por unos segundos, pero no fue incómodo, de echo fue muy... Lindo -Porque eres tan buena conmigo?... Digo, tu no me conoces y nadie habla conmigo- Sabía que algún día ella me preguntaría algo asi, suspiro y bajo mi mirada, realmente no estoy segura de lo que voy a decir, pero siempre fui directa con las personas y esta no va a ser la excepción.

-Desde el momento en el que puse un pie en este asqueroso lugar me resultaste interesante, me diste curiosidad, y creo que...- antes de que pueda terminar mi frase me interrumpe su quejido, ella hace una mueca de dolor lo cual despierta mi preocupación -estas bien? quieres un medicamento?- pregunto, tomando la del brazo suavemente para enderezarla, ella vuelve a su posición lentamente y puedo ver que su rostro expresa dolor -puedes decirme donde te duele?- ella apunta hacia sus costillas, trato de mover un poco la toalla pero ver que en la zona de las costillas esta llena de mordidas y un gran hematoma, realmente quiero llorar de la impotencia al no saber quién hizo esto y hacerlo pagar.

- no te preocupes, voy a traer medicina y un botiquín- la acuesto es la cama y cubro su cuerpo con las sábanas, cierro con llave por si a alguien se le ocurre entrar y podrían descubrirnos, camino sigilosamente y en silencio por los pasillos, tengo entendido que hoy hay más monjas rondando, si me descubren no podré ayudar a Chaeyoung y seremos castigadas por no ir a clases, cuando logre bajar las escaleras escucho a dos monjas aproximarse así que vuelvo hacia las escaleras y me escondo tras la pared, cuando por fin pasaron las monjas solté un gran suspiro de alivió -de quien te escondes?-

Volteó y pude ver al reverendo y director Suho a mi lado, mi corazón se acelera y comienzo a creer que todo está perdido -de que te escondes niña?- el vuelve a preguntar, empiezo a sudar y empiezo a tener un ataque de pánico -Oye, tranquila... Vamos a fingir que no vi nada, pero que no se vuelva a repetir, entendido?- asiento con la cabeza repetidas veces, el sonríe y sigue su camino, dejó escapar un pesado suspiro y sigo mi camino esta vez asegurándome que nadie este a mi alrededor. Al fin llego a la enfermería así que entro y sacó lo necesario, en el camino de vuelta al dormitorio pude escuchar pasos así que me escondi entre la columna y una pared, escucho unas voces muy conocidas... Momo y Sana -Sana escuchame, tienes que decir la verdad!- ambas se paran en seco y esta es mi oportunidad para seguir mi camino pero... Algo entre estas dos no anda bien y quiero saber que es lo que están escondiendo -Momo no es tan fácil como crees, que tal si luego soy yo la que paga las consecuencias- Sana se puede escuchar angustiada, que es lo que no puede decir? -Entonces prefieres callarte sabiendo que una persona inocente esta viviendo un infierno sin haber cometido pecado alguno?- por el tono de voz de Momo pude notar que ella realmente esta enojada, Sana no responde nada y Momo sigue su camino sin esperarla.

Decido seguir mi camino antes de que alguien me descubra, cuando llegó al dormitorio pude notar que Chaeyoung ya no se encontraba en la cama, estaba por entrar la baño a buscarla cuando ella misma salió de este ya con el uniforme puesto -Wow... Te ves bonita, aunque te queda un poco grande- Chaeyoung tiene la apariencia de no haber comido en días y su cuerpo esta muy delgado -si, es que e perdido peso- ella se sienta en la cama y copio su acción -Pero no es sano que hayas perdido tanto peso en tan poco tiempo... Traje el botiquín, déjame curarte- trato de que mi voz suene lo más dulce posible, no soy una persona que ayuda a todo el mundo así que por lo tanto no se bien como se supone que deba comportarme -Esta bien- ella se sube la manga de su camisa y con un algodón con alcohol comienzo a limpiar sus heridas, al paso en el que trato de limpiar sus heridas escuche muchos quejidoa de su parte, sus heridas son grandes y están abiertas, se que esto no la sanara  pero ayudará a que sus heridas no se infecten y empeoren -Listo termine... Quieres comer algo?- ella se voltea y me mira confusa -Pero la cafetería aún no abre- suelto una risita y su expresión es aún más confusa -Verás, la comida que sirven en la cafetería no siempre es del todo rica así que tengo comida aquí- señaló en cajón, me levanto de la cama y del cajón sacó bebidas y sándwiches para ambas, ella se lo devoró en menos de lo que yo pensaba, eso me hizo pensar en que no comía hace dias, así que mientras ella se devoraba otro sándwich aproveche y guarde comida en su mochila -De donde sacas tanta comida?- ella me pregunta con la boca llena, me volteó para mirarla -tengo dos buenos amigos que me mandan comida o todo lo que les pido por medio de el correo- ella asiente, se ve muy tierna con las mejillas llenas de comida, me quedo admirando la por un rato hasta que el timbre que indica que las clases terminaron suena -Creo que ya debo irme, antes de que las monjas me descubran- ella comienza a acomodar su mochila y ponerse los zapatos -hum esta bien... Nos veremos mañana?- me animo a preguntar, ella me mira y se queda callada unos segundos -Oye realmente te agradezco pero... No creo que sea seguro que nos sigamos viendo- ella no me mira mientras dice eso, porque es tan peligroso estar a su lado? Que es lo peor que puede pasarme? -No me importa lo peligroso que sea, mañana nos veremos en la cafetería- lo digo con firmeza y ella sonríe de una manera tierna y sincera -Esta bien, nos veremos mañana- ella se acerca y deja una beso en mi mejilla para luego correr a la salida como una niña pequeña.