" Es el mismo dolor de una daga que apuñala en mi pecho. Nadie puede remplazarte. Nadie."
—EXO—¿Por qué mierda estás aquí Taehyung? - todos habían dejado libre el camerino y ahora los únicos que quedaban encerrados en esa pequeña habitación eran Jungkook y Tae.
Taehyung observó a Jungkook colocarse varios anillos en los dedos de su mano derecha antes de subir su mirada hasta la cara de este. Parecía crispado y a punto de estallar, sin duda se encontraba molesto sin embargo había algo en sus gestos que empujaban al hermano de Hoseok a seguir presionando. Quería encontrar la respuesta a todas esas preguntas que cruzaban su cabeza desde el día en que Kook abandonó la casa en la que solían vivir los cuatro juntos.
—¿No puedo estar aquí? - Taehyung se libró de su abrigo ante la mirada atenta de Jungkook y sonrió antes de subirse las mangas de la camisa marrón. Sabía que tenía la atención del chico, el motivo le importaba realmente poco.
—¿A qué estás jugando? - Jungkook realmente estaba confuso. En dos años enteros Taehyung se había alejado dejándole el espacio que siempre había querido pero desde el día de la cena su manía por perseguirlo a todos lados parecía estar regresando.
—¿A qué estoy jugando yo? - Taehyung sonrió alcanzando una de las bebidas que los compañeros de Jungkook habían dejado sobre la mesa, antes de beber alzó la botella de cerveza hacia Kook con la ceja levantada. Había algo distinto en su mirada, algo que lo diferenciaba del muchacho que hace dos años solía esconderse del mundo - ¿No te lo he dicho? Hoseok me envió a darte algo pero realmente no puedo entregarlo antes de tu espectáculo, no soy cruel. No soy como tú Jungkook.
Jungkook bufo, su paciencia tenía una extensión realmente corta y pequeña, Taehyung sabía cómo empujarlo hasta el límite provocándole con asuntos del corazón. Y aún así no podría culparlo, él fue el primero que jugó con el amor.
—Dilo ahora Taehyung, no habrá ninguna diferencia entre el antes y el después.
—¿Podrás trabajar si lo hago? - la mirada de Taehyung regresó a la tranquilidad, incluso si quería mostrarle a Jungkook su gran cambio, todavía seguía siendo un muchacho sensible al que no le gustaba dañar a nadie - Ve, acaba tu actuación y entonces te lo diré. Creo que será lo mejor.
No había cambiado tanto, a pesar de su fachada de chico maduro y retador aún quedaba en lo superficial su miedo, que nunca se separaría de su débil mente.
Jungkook fue el primero en rendirse esa noche y Taehyung supo que más tarde se arrepentiría de su intento de parecer duro cuando viese a Kook llorar. Hoseok y Yoongi nunca debieron elegirlo como testigo de la boda, lejos de ayudarle a olvidar un amor no correspondido lo estaban empujando al dolor. Solo había dos posibilidades, podía superarlo o hundirse por completo. En la mente de Tae la segunda de las opciones no debería existir en esa situación, nadie debería causarle a otro sufrimiento siendo consciente de ello. Aún así no se echó hacia atrás, demasiadas preguntas y ni una sola respuesta. Taehyung estaba dispuesto a conocer por completo al Jungkook real que habitaba en el cuerpo de ese chico frío y orgulloso. Al Jungkook que decidió amar a Hoseok y dejar ir su amor para asegurar la felicidad de Yoongi. Ya sabía que era un buen humano. Ahora necesitaba saber si también era una buena persona o solo un chico perdido sin sentimientos puros.
Un suspiró más abandonó la boca de Taehyung ese día antes de dejar el camerino y caminar hacia el local todavía con la botella de cerveza medias en su mano. Las luces rojas ocuparon su atención total, a juego con la música y las personas que lo rodeaban sus pies parecían moverse solos. Sentía ganas de saltar.
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The Dancer [Vkook]
FanfictionJungkook tenía planes de futuro y una vida pensada, todo le habría salido bien de no ser porque el dinero que le pagaban bailando era una verdadera miseria. Hacía dos años que se había alejado de la fortuna de su hermano Yoongi, dejó atrás a Hoseok...