Capítulo 8. Descanso

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POV. NORMAL

Al llegar a Sabertooth se despidieron de los chicos y Sting salió a recibirlos:

- De verdad, estamos muy agradecidos por vuestra ayuda.

- Ha sido un placer ayudarlos, Juvia siempre que pueda les echará una mano –Le sonrió la maga.

Gray se recostó en el asiento del tren al lado de Juvia, la miró de reojo, le sonrió y le preguntó:

- ¿Te gustaría descansar un poco? Después de todo han sido unos días intensos.

- Tienes razón Gray-sama –Dijo apoyando su cabeza en el hombro de su compañero- Han sido días intensos, pero no he bajado la guardia, así que no te pases.

El mago de hielo no pudo evitar sonreír, le acarició la cabeza y cerró los ojos, quedándose dormido durante su viaje de vuelta al gremio.

POV. GRAY

Llegando ya a las puertas de Fairy Tail nos recibió Mirajane con una sonrisa, como siempre, qué bueno es estar de vuelta. Estaba relajado hasta que apareció el inflamable de Natsu... ¿No se cansa nunca o qué? Me sentí raro al ver que no era a mí a quien retaba, sino a Juvia... Otra vez... Maldito bastardo... ¿No puede retar como una persona normal?

- ¡Por favor, Juvia! –Suplicaba encima de la maga agarrando sus manos- Quiero medirme contigo.

Me estaba hartando, pero Erza se acercaba a grandes pasos por lo que no me moví.

- Maldita sea Natsu, deja a Juvia tranquila –Vociferó hecha una furia. Joder sí que da miedo.

- Por favor, Natsu-san –Le sonrió- Deje que Juvia descanse un poco, acaba de llegar de una misión importante y necesita reponer fuerzas, ¿sí?

El Dragon Slayer de fuego asintió, diciendo que la dejaría descansar, pero las puertas se abrieron de par en par mostrando a un cansado y viejo Gildarts... ¿Adivina quién se le abalanzó? Efectivamente, Flamitas, que salió volando de un solo golpe... Gildarts no se anda con rodeos...

Al cabo de un rato padre e hija ya estaban borrachos, me pregunto si será genético.

Me senté al lado de mi compañera, que estaba hablando animada con Gajeel y Levi, mientras hacía mimos a sus retoños. Después de un rato se acercaron Erza y Lily, estuvimos pasando una buena tarde. Hasta que se acercaron por un lado Freed y por otro Natsu... ¿En serio?... No pude evitar resoplar mientras rodaba los ojos.

- Oye, Salamander, deja tranquila a mi hermana –Se quejó el Dragon Slayer de hierro.

- Si te sigue molestando no le hagas lo mismo que le hiciste a Bill –Le pidió Freed a Juvia.

- ¿Bill? –Preguntamos curiosos Erza, Natsu, Lily, Levy y yo.

Tanto Gajeel como Freed tenían una gotita en la sien y Juvia suspiró pesadamente, sonrió tímidamente y contestó:

- Sí, Bill. Pero ese chico era un incordio para Juvia, Natsu-san no es así, además... -Sonrió tiernamente- Juvia no lanzaría a Natsu-san por la ventana de una quinta planta.

Vale, eso sí que no me lo esperaba. La miré curioso, pero ella sólo se limitó a sonreírme. Esa sonrisa que me hace suspirar como un idiota...

- ¿Entonces pelearás conmigo? –Preguntó el ardiente de Natsu con ojos de súplica.. Qué pesado...

- Natsu-san no se rendirá hasta que Juvia acepte, ¿cierto?

-¡Así es! ¡Un mago de Fairy Tail nunca se rinde!

Si digo que Natsu es tonto... Me quedo corto, pero... ¡Qué le vamos a hacer! Después de todo Natsu es Natsu.

- Está bien, pero si Juvia vence a Natsu-san, deberá dejar descansar a Juvia durante al menos dos meses.

- Acepto, pero si yo gano vendrás a pescar con Happy, Lucy y conmigo durante una semana.

No sé por qué, pero tengo un mal presentimiento...

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