Orgullo

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LILY'S POV

Tuve que separarme corriendo, me entraron unas ganas tremendas de vomitar. Louis me siguió hasta el baño y me sujetó la frente y el pelo. Me limpió el sudor con una toalla húmeda y permaneció arrodillado a mi lado en el suelo. Los vómitos no cesaban, cuando ya no me quedaba cena que devolver, llegué a la parte de la bilis, era realmente desagradable, pero él seguía ahí.  Llegó un momento en el que tan solo eran arcadas , no tenía ya nada más que devolver, Louis ya se había quedado dormido entre la bañera y la taza del váter, yo me acurruqué en su pecho y cerré los ojos. El latido de su corazón y su respiración lenta y pausada me ayudaron a relajarme y a conciliar el sueño después de una noche tan movidita como esta.

Abrí los ojos lentamente. Me sobresalté un poco al ver la cara de Louis a escasos centimetros de la mia. Él me observaba, con una sonrisa suave en el rostro.

Yo me encontraba de pena en todos los sentidos, la resaca, el malestar estomacal y sobretodo por la escenita de anoche. Estaba hecha un lio.

-Buenos días princesa.

-Buenos días Louis, ¿has dormido en el suelo?

-Dormiría bajo todas las circunstancias si es contigo a mi lado.

-Gracias por todo , y lamento mucho haberte dado la noche.

-No te disculpes, bebimos mucho. La ultima vez fui yo quien se puso así, pero la diferencia es que tu fuiste a un baño.

Bajé la cabeza avergonzada.

-Y bueno cielo, ¿quieres que pida algo para desayunar?

-Tengo el estómago revuelto, no me apetece nada.

-Tienes que comer algo, no tienes nada en el organismo.

-Bueno, pideme unas tostadas y un zumo de naranja . Pero que sepas que no me apetece...

-Lo hago por tu salud, no voy a permitir que mi pequeña pase hambre.

Pequeña... Siempre había soñado con que me llamaran así.

-Lily, ¿te pasa algo?

-No nada, solo que me ha chocado un poco lo de pequeña.

-¿No te gusta?

-Me encanta.

Louis pidió el desayuno para ambos. Al llegar nos lo comimos y charlamos animadamente. Nos tumbamos a ver la tele un poco para reposar el desayuno, pero entonces, volvieron las nauseas.

Louis vino corriendo a mi lado. Otra vez hasta que no me quedé vacía del todo, no paré. Louis estaba preocupado.

-Creo que he cogido algo, esto no es normal.

-¿Vamos al médico?

-No, ya se me pasará.

Louis siguió a mi lado todo el día. Tomaba bebida isotónica para reponer sales, pero también fuera. Coca-cola sin gas para asentar el estómago, nada. Todo lo que entraba salía. Para colmo, mi madre se había tenido que ir a Seatle, a Ryan lo habían llamado del hospital, por si no lo había comentado, era compañero de mi madre. Era de los mejores cirujanos de USA, y lo necesitaban . Así que mi madré se volvió con él. Lo prefiero, sino se habría puesto muy nerviosa y no me hubiera dejado tranquila hasta ir al hospital.

Llegó la noche y Louis estaba realmente preocupado, no se había separado ni un instante. Yo lo convencí diciendo que sería un virus de 24 horas, pero pasé la noche igual que la anterior, y por la mañana no me sentía mejor. No podía moverme, estaba completamente debil. Andar no era una opción. Mi piel era de un tono blanquecino y al mirarme al espejo vi mi cara con ojeras muy marcadas, labios morados y se me notaba que había perdido peso. Como en un día mi aspecto podria haber cambiado tanto. Me empecé a preocupar, y Louis ya ni me preguntó , llamó a una ambulancia.

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