SÉPTIMA PARTE

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Algunos me temen, otros me desean, pero necesario soy para que por la eternidad no te entretengan ¿Qué puedo ser?

Tal como lo planearon, Oswald y Ed se separaron para dirigir a su grupo armado buscando a Barbara entre los pisos, también registraban la zona esperando detectar los uniformes de Arkham. Con cada piso, eliminaban a los hombres de Kean en medio de una lluvia de balas.

La estrategia de Oswald había consistido en ocupar a su grupo para crear una distracción en los pisos inferiores, permitiendo que el grupo liderado por Ed pudiera enfocarse en los pisos superiores. A pesar de que el equipo de Barbara les superaba en número, lograron acabar con la mayoría de sus adversarios, perdiendo en el proceso una buena parte del equipo del Pingüino.

Cuando solamente les faltaba invadir dos pisos de los doce que conformaban el edificio, supieron que Barbara se encontraba en uno de esos dos últimos, incapaz de poder hacer algo más ya que el ataque del Pingüino había sido rápido y letal, apenas demoraron un cuarto de hora para conseguir la ventaja en el lugar.

Edward se encontraba en el piso número once, esquivando las balas de los hombres de Barbara, refugiado detrás de una pared, mientras sus hombres se encargaban de disparar a los dos adversarios más peligrosos que estaban armados con bazucas. En medio de su desesperación y a pesar del riesgo que representaba en la construcción, uno de los hombres activó el lanzacohetes quebrando los grandes cristales de los ventanales con una buena parte del muro, volando en pedazos a un par de hombres del equipo de Nygma.

Aprovechando el humo producido por la explosión, Ed se asomó por el borde del muro, disparando rápidamente a las sombras que apenas distinguía, regresando de inmediato a su posición, comprobando además que solamente le quedaban cinco hombres en el campo de batalla. Les gritaba a sus hombres para que se reagruparan, pero incapaces de abandonar la posición en la que se encontraban por las balas que pasaban por todas partes, recibieron otro impacto del lanzacohetes, haciendo temblar el lugar. Esta vez, el impacto de la explosión en los tímpanos del Acertijo lo dejó desorientado por un momento, haciendo que incluso perdiera el equilibrio y quedara postrado en el piso, percibiendo el molesto zumbido en ambos oídos. Victoriosos del encuentro, los enemigos se aproximaban a Ed.

Repentinamente, los hombres de Barbara detuvieron su marcha hacia el sitio en el que se encontraba para centrar su atención en el elevador que se acababa de abrir detrás de ellos. Todos apuntaban hacia el interior de las puertas metálicas para disparar a lo que saliera de ahí, sus ojos apenas lograron distinguir que una caja y su contenido se habían volcado, al parecer con el movimiento del elevador al detenerse. En menos de dos segundos, el sonido de las explosiones y el destello cegador de las granadas aturdidoras que habían sido depositadas en ese lugar, les incapacitó la visión por unos segundos debido al violento estimulo luminoso. Lo que los dejó vulnerables al ataque de los hombres que entraban por la salida de emergencia.

Ed se arrastró por el piso, asomándose de nuevo por el borde del muro, a tiempo para ver como Oswald avanzaba entre sus hombres, disparando a diestra y siniestra con una metralleta, encontrando la escena increíblemente sublime; con cada disparo que liberaba, veía como se iluminaba su rostro y remarcaba su amenazadora expresión, acabando con sus enemigos sin piedad. El corazón en su pecho latía con violencia por la emoción de verlo actuar así, le fue imposible recordar lo que sentía por él cuando apenas se acercaba a su vida, sabiendo que no dejaría de admirarlo jamás.

Al finalizar el ataque, el piso se encontraba lleno de cadáveres por los que se extendía un charco de sangre, regándose lentamente debajo de ellos. Oswald pasó entre ellos sin darles importancia, llegado hasta donde se encontraba Ed, le tendió una mano enguantada para ayudarlo a incorporarse, con una expresión preocupada -¿Te encuentras bien?- El Acertijo se levantó con su ayuda, con una amplia sonrisa le respondió sin dejar de mirar su rostro -Como nunca-

NYGMOBBLEPOT EN TIERRA DE NADIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora