Pasó un año desde la muerte de mi abuela, estuve estudiando gracias a la beca que gané y los muchos trabajos que tenía temporalmente. Junté mucho para la universidad, me esforcé demasiado para ingresar y ahora lo he logrado. La gran y prestigiosa Universidad de Vigas estaba ante mí y yo no podía creer que era una de sus estudiantes, tan emocionada llegué a la Facultad de Medicina y empecé a buscar mi salón, miraba puerta tras puerta sin ninguna idea a dónde entrar. Un golpe muy fuerte interrumpe mi caminar.
- ¡AHHHH! –sentí como aquella puerta me golpeó tan fuerte que me botó al piso.
- ¿Estás bien? - me pregunta un chico con alto con ojos hermosos.
- No, no estoy bien. ¡Me acabas de golpear con la puerta!
- Lo siento mucho, en verdad no era mi intención, unos amigos bromeaban conmigo y perdí el equilibrio contra la puerta. – dice mientras me ayuda a ponerme en pie.
- Está bien, no te preocupes, ya pasó...
- ¿Estás buscando tu salón?
- Sí ¿Sabes cuál es de primer año? - dije aliviada
- ¡Claro! Nuestro salón queda justo aquí. También soy de primer año ¿Cuál es tu nombre?
- Sofía Blanch.
- Me llamo Lucas, un gusto conocerte Sofía, espero seamos buenos amigos, porque nunca conocí a alguien tan bonita como tú...
Apenas terminó de hablar entró al salón rápidamente, no me dejó responder, aunque si noté que estaba muy sonrojado. Al entrar al salón dispuse a sentarme cerca de la puerta. Acomodé mis cosas, las horas pasaban y pasaban, me perdía en mis pensamientos hasta que sentí una mano en mi hombro. Al voltear veo a una chica muy linda, con un cabello largo y brillante y un hermoso lunar en la mejilla. Me dijo que se llamaba Bella Drewn y me preguntó si podía prestarle algún lapicero que me sobrará a lo que accedí cordialmente.
Al terminar la clase me dirigí velozmente a la salida. Caminaba a grandes pasos por los pasillos al sentir que me sujetan el brazo, me detengo y volteo asustada.
- ¡Sofía Blanch! ¿Puedo acompañarte?
Era Lucas que se encontraba muy agitado al parecer corrió mucho para alcanzarme.
- Mmmm, no creo que sea buena idea.
- No te preocupes, no soy alguien malo, solo quiero ser tu amigo.
- E... está bien.
Todo el camino se quedó callado, solo caminaba al costado mío. Hasta que después de tanto silencio llegamos a mi casa.
- Hasta mañana, Sofía. –me extiende la mano.
- Hasta mañana.
Entré a casa, solo podía recordar las malas noticias a pesar de ya transcurrir mucho tiempo. Sentía que cada que estaba con ella mi mundo encontraba una tranquilidad inmensa exactamente la que yo necesitaba.
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SOFÍA
Short StorySofía, una chica frágil y tímida. En su último cumpleaños pierde a un ser amado y desde entonces cambió todo su mundo. Portada: LarryLTSMA Todos los derechos reservados. Cualquier copia o adaptación esta prohibida. ©Todos los derechos reservados