CAPÍTULO VIII

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- JAJAJA ¿Te asusté?

Era Lucas en su intento de hacer el desayuno.

- Lo siento no quería asustarte, ayer te vi saliendo del restaurante y te seguí, no cerraste bien la puerta principal y como te vi mal decidí entrar, hasta que te encontré desmayada cerca de tu habitación.

- ¿Tú...Tú me cambiaste de ropa?

- Tenía que hacerlo, estabas muy sucia, pero te juro que no hice nada indebido y dormí en la sala.

- Te creo...

- Te hice unos huevos revueltos con tostadas y jugo, come todo por favor, tengo que llevar unas cosas. Nos vemos, Sofía.

- Nos vemos más tarde, con cuidado.

Salió a pasos agigantados hacia su auto. Disfruté el desayuno y me dirigí a tomar una ducha. Llegando al baño, me percaté de unas gotas rojas en el lavabo que al tocarlas se me impregnó en los dedos, sin más me lavé y me duché, quería llegar a tiempo al menos a la segunda hora de mis clases.

Llegué a la Universidad a tiempo. Entré al salón y me senté donde siempre, la clase era tan tediosa para mí que me puse a dibujar, me percaté que todo el salón hablaba sobre Ben, era un compañero de clases que no era tan notorio su presencia, pero hoy era todo lo contrario.

- ¿Sabes que le pasó?

Escucho decir a una de las chicas detrás de mí.

- Sí, dijeron que lo hallaron muerto en su departamento, pero de una forma muy muy horrible, unos dicen que la piel de los brazos los tenia hacia afuera y otros comentan que tenía el brazo cocido a la cara-dijo con un gesto de repulsión.

- Pobre de él...

- Ni me lo imagino ¿crees que haya sido su exnovia? Recuerdo que se llevaban terriblemente.

- La policía vino a interrogar más temprano al salón, dijeron que no se descartaba que podría ser ella, aunque aún están viendo el caso de Bella y dijo que tengamos mucho cuidado.

- ¡Cierto! La muerte de Bella. Siento que terminaremos pocos en el salón. Jaja

Después de eso solo se reían, como si tales muertes fueran un chiste y ellos no valieran nada.

Al terminar la clase, alisté apresuradamente mis cosas, al salir del salón aparece Lucas delante de mí.

- Hola Sofí.

- ¿Sofí?

- ¿No te gusta? Lo siento, pensé que ya éramos más cercanos.

- Ya veo, no te preocupes, me gusta...

- Gracias Sofí. Estaba por deci...

- Tienes algo en el pecho

- ¿Esto? - dijo apuntado en el bolsillo de su camisa.

- ¡Sí! - era muy rojo y al querer limpiarlo con mis dedos ya estaba muy seco.

- Oh esto, estaba tomando un batido y me manché por error, nada de que preocuparse. – sonríe.

Desde pequeña mi abuela siempre me decía que tenía un don para reconocer quién miente y Lucas lo estaba haciendo.

SOFÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora